ECONOMÍAS DESARROLLADAS
ESTADOS UNIDOS
A pesar de una leve caída, la apertura de nuevos empleos se mantiene en niveles altos. Ello confirma la fuerte recuperación en la demanda por trabajo.
La encuesta Job Openings and Labor Turnover Survey (JOLTS) correspondiente al mes de agosto de 2021 mostró que el ritmo de apertura de nuevos empleos llegó a 10,4 millones, cifra levemente menor a los 11,1 millones del mes previo que marcó su nivel histórico más alto. Con el dato mencionado, la tasa de oferta de nuevos trabajos, medida como proporción del nivel de empleo, se redujo en cuatro décimas, llegando a un 6,6%. A pesar de ello, dicha cifra se encuentra entre los máximos de toda la serie. Los resultados anteriores contrastan con el debilitamiento en el ritmo de creación de empleos publicado a fines de la semana pasada, dejando en evidencia la escasez de mano de obra y las dificultades que están teniendo las firmas para llenar los puestos de trabajo disponibles, especialmente en el segmento de mayor calificación. Hacia delante, las mencionadas dificultades podrían atenuarse en la medida que se mitigan los temores al virus, reabren las escuelas y se agota el impacto de las masivas transferencias fiscales a los hogares. Otro elemento interesante del reporte radica en el nuevo aumento en la tasa de renuncia, la cual alcanzó en agosto un máximo histórico. Ello indica un aumento significativo en la rotación como resultado de las alzas salariales y la gran cantidad de puestos vacantes. En esta línea, por cada desempleado en EE.UU. hay 1,2 puestos disponibles.
Gráfico N° 3: Apertura de Nuevos Empleos
Fuerte repunte del comercio confirma la solidez del consumo privado.
El desempeño de las ventas del comercio minorista fue mejor al esperado durante el mes de septiembre, resultado que indica que la demanda por bienes se mantiene dinámica. El indicador global del comercio registró un alza mensual de 0,7%, muy por sobre la leve caída esperada por el mercado, mientras que la medida que excluye vehículos avanzó un 0,8%, también por sobre lo anticipado. En todo caso, dado que la cifra publicada es nominal, el aumento de las ventas revela el aumento en precios y la mayor demanda por mercancías. Ello, además, se da en un contexto en que los cuellos de botella están limitando la capacidad de reacción de la producción. El mayor gasto en bienes es probable que acentúe la presión sobre las cadenas globales de suministro y potencie el riesgo inflacionario.
Gráfico N° 4: Ventas del Comercio Minorista
Los shocks de oferta presionan a la capacidad de producción.
Aún cuando persiste el dinamismo de la demanda, los temores asociados a la capacidad de reacción de la producción se han acentuado. Ello, luego del agravamiento de los cuellos de botella, la escasez de mano de obra y el aumento en los precios de los insumos. Lo anterior quedó de manifiesto en la semana con la caída de la encuesta de actividad manufacturera de la región de Nueva York (Empire State).
La inflación superó las expectativas, confirmando el complejo panorama inflacionario.
En septiembre, la variación mensual del IPC llegó a un 0,4%, levemente por sobre la cifra esperada por el mercado y fuertemente impulsada por el precio de los alimentos (0,9%) y la energía (1,2%). Con ello, la tasa de variación anual aumentó en una décima, quedando en un 5,4%, igualando su registro máximo desde el 2008. En tanto, la medida del IPC subyacente, que excluye los componentes más volátiles, avanzó un 0,2%, en línea con lo esperado, mientras que la inflación anual de dicha medida llegó a un 4,0%, ligeramente por debajo del máximo alcanzando en junio pasado. La combinación de fuertes alzas en los costos de transporte, la escasez de materiales, alzas en los precios de los productos básicos y aumento de los salarios, ha incrementado significativamente los costos de producción. En este contexto, muchas firmas han traspasado los mayores costos a precios finales a nivel consumidor, en medio de un fuerte crecimiento en la demanda, provocando una inflación más persistente de lo que muchos anticipaban, incluyendo la Reserva Federal (FED).
Gráfico N° 5: Inflación Anual
La FED prevé el inicio del proceso de reducción en su política de QE en noviembre o diciembre.
La minuta correspondiente a la última reunión de política monetaria mostró que la mayoría de los miembros de la FED acordó que sería necesario comenzar a reducir el apoyo monetario a mediados de noviembre o mediados de diciembre. Ello, en medio de una creciente preocupación por la situación inflacionaria. Además, señalaron que, en la medida que el desempeño de la economía se mantenga bien encaminada, sería apropiado un proceso de reducción gradual en el ritmo de compra de activos que concluya hacia mediados del próximo año.
El mencionado documento mostró que persiste una elevada incertidumbre respecto a la recuperación de la oferta de mano de obra, mientras que la mayoría de los miembros apuesta a que la inflación elevada disminuiría a medida que se aminoren las restricciones de oferta, acotando, además, que la decisión de reducir el ritmo de compras este año trataría también de gestionar el riesgo de presiones inflacionarias más persistentes. De hecho, la FED indicó que los riesgos inflacionarios se han deteriorado, incluyendo la posibilidad de un aumento en las expectativas de largo plazo, lo cual podría derivar en una inflación persistentemente alta.
Los mensajes que se desprenden de la minuta sugieren que la FED anunciará en la reunión de noviembre el inicio de reducción en el ritmo de compra de activos. Los miembros discutieron también de la posible trayectoria en el proceso de reducción, con caídas mensuales en el ritmo de las compras de US$10 billones en los papeles del Tesoro y US$5 billones en MBS.
Sin perjuicio de lo anterior, miembros de la FED manifiestan una mayor preocupación por la situación inflacionaria.
El presidente de la FED de Atlanta, Raphael Bostic, señaló que la aceleración de la inflación en lo que va del año está durando más de lo que se esperaba, motivo por el cual indicó que no es apropiado referirse a tales aumentos de precios como transitorios. Bostic dijo que cada vez está más claro que las características de este episodio inflacionario, especialmente por las disrupciones de oferta intensas y generalizadas, no serán breves. Los comentarios de Bostic se suman a otros emitidos por autoridades de la FED, indicando que las voces que advierten de una situación inflacionaria más persistentes se han incrementado.
La administración Biden reconoce el agravamiento de los cuellos de botella y anuncia algunas medidas, aunque es poco lo que puede hacer en el corto plazo.
El presidente Biden manifestó su preocupación por las disrupciones logísticas, especialmente por los atochamientos en los principales puertos del país y la acumulación de contenedores, lo que podría derivar en una temporada navideña con escasez de productos. Frente a ello, autoridades señalaron que reforzarán sus esfuerzos para acelerar el flujo, aunque reconocieron que sus opciones en el corto plazo son escasas. En particular, el presidente Biden anunció que el puerto de Los Ángeles comenzaría a operar las 24 horas del día y los 7 días de la semana, acotando un acuerdo con los minoristas para intensificar los esfuerzos en mover mercancías. Si bien el anuncio es un avance, ello no resolverá el problema dado que los atrasos están vinculados a disrupciones en múltiples etapas de los canales de producción y logísticos.
ZONA EURO
Fuerte contracción de la industria.
En agosto, el indicador de producción industrial registró una contracción mensual de 1,6%, revirtiendo completamente el repunte del mes previo. Desde la óptica de las principales agrupaciones, las caídas fueron generalizadas, destacando los desplomes en la producción de bienes de capital (-3,9% m/m) y bienes durables (-3,4% m/m). La caída de la actividad industrial coincidió con la incertidumbre resultante del deterioro de la crisis sanitaria, así como el impacto de las disrupciones en las cadenas de suministro y escasez de mano de obra. Con el resultado puntual de agosto, se aprecia un virtual estancamiento de la industria europea desde fines del 2020.
Gráfico N° 6: Producción Industrial
Nueva caída en la confianza empresarial en Alemania
El indicador de confianza empresarial en Alemania del instituto ZEW cayó en octubre por quinto mes consecutivo, alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2020. La mencionada caída fue consecuencia de un deterioro en los componentes de situación actual y de perspectivas. A su vez, ello fue el resultado de las dificultades persistentes por el lado de la oferta en materias primas y productos intermedios, así como el alza en los precios de las materias primas. En tanto, los expertos financieros esperan que las utilidades disminuyan, especialmente en los sectores orientados a la exportación (vehículos y productos químicos).
Gráfico N° 7: Confianza Empresarial – ZEW