Trascendió que las autoridades chinas estarían considerando un paquete de medidas de apoyo al sector inmobiliario. Entre ellas se instaría a los bancos a otorgar créditos de capital de trabajo a firmas del sector de desarrollo inmobiliario elegibles. Una de las características de dichos créditos es que, a diferencia de otros préstamos a disposición de las firmas del sector, la nueva línea no requiere garantía y estaría disponible para fines operativos. Ello, en teoría, permitiría liberar recursos para el pago de deuda. Sin embargo, no es clara la voluntad de las firmas de cumplir con sus obligaciones, especialmente de los bonos offshore.
De acuerdo con estimaciones oficiales, las necesidades de financiamiento para estabilizar la industria y finalizar y entregar las viviendas paralizadas, bordearía los US$450 billones. Además, se especuló que las autoridades estarían afinando una lista de 50 firmas de desarrollo inmobiliario elegibles para recibir el apoyo financiero, incluyendo a Country Garden. Respecto a ello, el mercado está escéptico respecto a dicha lista, por cuanto ella podría estar inclinada hacia empresas inmobiliarias estatales. Además, el problema de muchas firmas es mucho más profundo que el acceso a liquidez. Otra medida que se estaría evaluando es un mecanismo para permitir a los bancos tomar la iniciativa en el apoyo a una firma constructora a través de la coordinación con otros acreedores en los planes de financiamiento.
Tras la noticia, los precios de las acciones y los bonos de las principales firmas del sector repuntaron. Sin embargo, aún está por verse si las medidas lograrán recuperar la confianza, estabilizar el sector y recuperar la capacidad de generación de flujos, en un entorno en que la demanda se mantiene baja. Además, se debe considerar que transferir gran parte de la carga a los prestamistas también conlleva riesgos. De hecho, para la implementación del plan las autoridades tendrán que flexibilizar los limites regulatorios dado el mayor riesgo inherente. Ello, en un contexto en que la cartera de los bancos se ha deteriorado y los márgenes han caído.
A la crisis inmobiliaria se suman crecientes dificultades en el denominado “shadow banking”.
Zhongzhi Group, una de las principales instituciones financieras en el denominado “shadow banking” señaló que se encuentra en una situación de “severa insolvencia”, por cuanto tiene una deuda que más que duplica sus activos. La mencionada firma señaló a sus clientes que tiene deudas de entre US$58,7 y US$64,3 billones, lo que se compara con activos cercanos a los US$27,8 billones. Además, señaló que enfrenta una situación de liquidez crítica y que espera que el monto que se recupere por la liquidación de activos sea bajo. Trascendió que, en buena medida, el colapso de Zhongzhi fue consecuencia de su alta exposición al sector inmobiliario.