ECONOMÍA CHILENA

Las masivas medidas de apoyo fiscal se tradujeron en un marcado deterioro de las cuentas fiscales.

La Dirección de Presupuesto publicó el Informe de Finanzas Públicas correspondiente al segundo trimestre del año. De dicho documento, en lo esencial destacamos:

  • Revisión alcista en la proyección de crecimiento económico para el 2021, desde un 6,0% a un 7,5%, como resultado de un fuerte impulso en la demanda interna (12,6%).
  • Además, se revisó al alza la proyección para el precio del cobre, desde 399 centavos la libra a 411.
  • En base a la actualización del escenario macro y la recaudación efectiva a mayo, se estima que los ingresos efectivos del Gobierno Central crecerán un 33,5% el 2021, llegando a representar un 23,4% del PIB.
  • Por su parte, como resultado de las nuevas medidas de apoyo, entre ellas el IFE Universal, el gasto del Gobierno Central se estima crecerá este año un 27,3%, muy por sobre el avance de 9,2% estimado en el informe del primer trimestre. Cabe notar que se estiman transferencias directas por US$23.000 millones durante 2021. Con ello, el gasto del Gobierno Central alcanzará los US$101.104 millones el 2021.

Gráfico N° 8: Gasto Gobierno Central

(Variación real anual)

A partir de lo anterior, se estima un déficit efectivo de 7,1% del PIB para 2021, lo que significa un alza de 3,3% del PIB respecto a lo estimado en el trimestre previo. En tanto, se proyecta un déficit estructural de 9,5% del PIB, es decir, 3,5% del PIB superior a la proyección anterior.

Gráfico N° 9: Saldo Fiscal

(% DEL PIB)
  • Con ello, las necesidades de financiamiento en el año 2021 se estiman en torno a US$36,2 billones. Para cumplir con dichas necesidades, se recurrirá a una combinación de uso de activos y emisión de deuda.
    • Se estiman retiros por US$9.157 millones de los fondos soberanos.
    • Se prevén emisiones de deuda por un monto total en torno a US$27.000 millones, con un total de US$15.071 millones a emitir en el segundo semestre.
  • Respecto a la emisión de deuda, el plan inicial contemplaba hasta US$19.000 millones, de los cuales al 30 de junio se colocaron US$11.919 millones. El remanente de US$7.081 millones de dicho plan se emitirá en el segundo semestre, el cual incluye el reciente anuncio del calendario para el tercer trimestre por US$4.377 millones.
  • A lo anterior se suma el plan adicional de emisión de deuda por US$8.000 millones, mayoritariamente emitidos en monedas extranjeras y el remanente en moneda local en instrumentos de un plazo no mayor a 5 años.
  • El saldo del plan inicial de US$7.081 millones y los US$8.000 millones del plan adicional implica que se emitirán bonos por el equivalente a US$15.071 millones en el segundo semestre, estimando US$10.694 millones en el último trimestre.
  • Las cifras anteriores consideran los planes de estímulo que se aprobaron hasta septiembre próximo, siendo altamente probable que parte de ellos se extienda considerando la cercanía a las elecciones presidenciales. Adicionalmente, si se aprueban los proyectos de reducción del IVA (impacto en recaudación hasta US$6.000 millones) y del impuesto a los combustibles (impacto en recaudación hasta US$1.200 millones), el deterioro en las cuentas fiscales sería más pronunciado. Lo anterior implica un riesgo relevante de mayores necesidades de financiamiento y mayor emisión de deuda. 
  • Con todo, se estima que la deuda bruta llegará a un 34,1% del PIB el 2021 y se proyecta que hacia el final del horizonte de proyección (2025), calculada con el nivel de gasto compatible con la meta del balance estructural, alcance a un 38,5% del PIB.

Las cifras antes mencionadas dejan en evidencia el marcado deterioro que han sufrido las cuentas fiscales. Ello se ve agravado por el hecho que los programas de los candidatos a las primarias no contienen planes concretos para corregir la situación. De hecho, de forma preliminar, estimamos que el déficit fiscal podría llegar a un 5,0% del PIB el 2022. Ello, sumado a vencimientos por cerca de US$4.000 millones, implicaría necesidades de financiamiento por cerca de US$19.000 millones.  

El Banco Central (BC) incrementó la tasa de política monetaria.

El Consejo del BC decidió incrementar en 25pb la tasa rectora, llevándola a un 0,75%. En el comunicado adjunto a la decisión, el BC señaló, en el ámbito externo, que las cifras confirman la recuperación global y que se consolidan las perspectivas para este año. Sin embargo, advierte que se mantiene un rezago importante de numerosas economías emergentes, mientras que el avance de la variante Delta constituye un nuevo factor de riesgo. En materia de precios, el BC menciona las presiones al alza sobre los costos y destaca que algunas autoridades monetarias han atribuido un carácter transitorio a estas presiones.

En el ámbito local, el BC mencionó el alza en las tasas de interés y su mayor volatilidad, especialmente en la parte más larga de la curva, así como la depreciación del peso. En actividad, el BC notó el buen desempeño del IMACEC, destacando que su nivel retornó a valores previos a la pandemia. A nivel sectorial, el BC destacó la expansión de la actividad del comercio, explicada por el alto dinamismo del consumo, impulsado por los retiros de ahorros previsionales y las masivas transferencias fiscales. Esto último gatilló un fuerte aumento en el gasto público, lo que se traduce en un impulso fiscal récord para 2021. En materia de precios, el BC destacó el aumento de la inflación y notó que detrás del incremento estuvo el precio de los combustibles. En tanto, respecto a sus perspectivas, indicó el aumento de las expectativas de inflación a un año plazo y el hecho que permanecen en torno al 3,0% a dos años plazo.

Finalmente, y probablemente la mayor sorpresa para el mercado, el BC señaló, respecto a la trayectoria futura de la TPM, que ajustes adicionales serán evaluados de acuerdo con la evolución de la economía, acotando que, “…el Consejo anticipa que la TPM estará por debajo de su valor neutral durante todo el horizonte de política de dos años”. Ello gatilló fuertes caídas en las tasas de interés.