La economía chilena registró en los primeros tres meses del año un crecimiento anual de 2,3%, resultado que marcó su mejor desempeño de los últimos siete trimestres. Sin perjuicio de ello, el dato fue ligeramente inferior al esperado y al promedio de crecimiento de los IMACEC´s del período. En términos anuales, la principal contribución al crecimiento provino de la acumulación de existencias, la cual explicó 2,6% de la tasa del crecimiento del PIB. Sin embargo, dicho fenómeno no es de fácil interpretación. Ello, debido que la acumulación de existencias podría ser el reflejo de decisiones de las empresas para reponer inventarios luego de la liquidación de los últimos trimestres. No obstante, ello también podría reflejar un aumento de inventarios impulsado por expectativas de un repunte en la demanda o podría ser consecuencia de una acumulación no deseada por una demanda interna más débil, con implicancias negativas para los planes de producción en el corto plazo. A nuestro juicio, dicho proceso de acumulación, si bien se produce tras varios trimestres de fuertes reducciones, en ausencia de señales relevantes de una eventual recuperación de la demanda agregada, muy probablemente corresponde a una acumulación de inventarios no planeada.
Contribuciones al Crecimiento