En marzo, el deflactor del consumo tuvo una variación nula en marzo, resultado similar al de la medida subyacente, preferida por la FED para la toma de decisión de política monetaria. Con ello, las respectivas variaciones anuales se desaceleraron, destacando que el alza del deflactor subyacente llegó a un 2,6%, su menor registro desde abril de 2021. Además, la variación trimestral anualizada, métrica que a nuestro juicio es más correcta para evaluar la trayectoria de la inflación, también se moderó. Si bien no cabe duda de que el resultado es positivo, dando cuenta de que las presiones inflacionarias a marzo están contenidas, la alegría podría durar poco, ya que el mercado está anticipando un impacto inflacionario de la política arancelaria. De hecho, las expectativas de inflación de corto y mediano plazo se corrigieron al alza. Uno de los peligros de ello es que, si los consumidores comienzan a esperar inflaciones altas, podrían anticipar compras y exigir mayores salarios, fenómenos que alimentarían aún más la inflación.
Deflactor del Consumo
(Variación anual)