La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó a la nueva variante, denominada ómicron, como una de “alto riesgo de contagio”. De hecho, en pocos días desde que fue identificada en Sudáfrica se ha reportado en más de veinte países, principalmente europeos y africanos. Además, se reportaron casos en el continente, en EE.UU., Canadá y Brasil.
Como en otros continentes, los países latinoamericanos han reaccionado con distintas medidas a la llegada de la variante ómicron, de acuerdo con sus propios contextos sanitarios. En Brasil, el país cerró sus fronteras para seis naciones africanas: Sudáfrica, Botsuana, Esuatini, Lesoto, Namibia y Zimbabue, mientras que varias ciudades cancelaron sus fiestas de fin de año. A ello se sumaron restricciones implementadas en Argentina, Chile, Perú, Colombia, Ecuador y otros.
Los principales científicos sudafricanos advirtieron que aún es demasiado pronto para determinar que la variante ómicron provocará sólo una enfermedad leve, acotando que el verdadero impacto de la cepa es difícil de determinar porque hasta ahora ha afectado principalmente a los jóvenes, que son más capaces de combatir el patógeno.
El director ejecutivo de Moderna indicó que las actuales vacunas podrían ser mucho menos efectivas para combatir la variante ómicron que las cepas anteriores de coronavirus. Además, advirtió que pasarían meses antes de que las farmacéuticas puedan producir nuevos anticuerpos para esa variante.
Científicos manifestaron su preocupación sobre la nueva variante por el alto número de mutaciones en la proteína pica que el virus usa para infectar las células humanas. De hecho, la mayoría de los expertos pensaba que una variante tan mutada no surgiría hasta dentro de uno o dos años.
GlaxoSmithKline indicó que las primeras pruebas realizadas muestran que su tratamiento con anticuerpos contra el COVID-19 parece ser efectivo contra la nueva variante. El fabricante de medicamentos ahora está llevando a cabo experimentos para confirmar la respuesta contra una combinación de todas las mutaciones ómicron. En tanto, Regeneron Pharmaceuticals indicó que estaba realizando más pruebas después de que la evidencia preliminar sugiriera que su anticuerpo podría ser menos efectivo.
Pfizer señaló que espera que su vacuna mantenga su efectividad frente a la variante ómicron, acotando que los datos sobre qué tan bien protege deberían estar disponibles dentro de dos o tres semanas. Sin perjuicio de ello, la firma indicó que no espera que haya una caída significativa en la efectividad.
El director médico de Australia indicó que no hay indicios de que la variante ómicron tenga una tasa de letalidad mayor que otras cepas, acotando que de los más de 300 casos que se han diagnosticado en muchos países, todos han sido muy leves o de hecho no han presentado ningún síntoma.