Científicos de Sudáfrica están estudiando una nueva variante recientemente identificada y que está siendo motivo de gran preocupación. Ello reactivó los temores de que el país pueda enfrentar una cuarta ola potencialmente grave que podría extenderse internacionalmente. La variante descubierta, denominada B.1.1529 conlleva un número inusualmente grande de mutaciones y, de acuerdo con los expertos, es “claramente muy diferente” de variantes anteriores.
La velocidad diaria de contagios en Europa continuó acelerándose durante la presente semana, bordeando los 380 mil casos, su nivel más alto desde el inicio de la crisis sanitaria. En tanto, el número de fallecimientos como consecuencia de la infección alcanzó su registro más elevado desde mediados de abril último. Ello ha llevado a varios gobiernos a anunciar medidas de control sanitario.
Olaf Scholz, quien sucederá a Angela Merkel como canciller de Alemania, señaló que su gobierno consideraría mandatos de vacunas para las personas que trabajan con grupos vulnerables. Además, se comprometió a hacer todo lo posible para combatir la pandemia. Ello se da en un contexto en que el número de infecciones diarias aumentó a un récord de 66.884 y la tasa de incidencia de siete días por cada 100.000 personas superó las 400 por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Francia planea reforzar las medidas para contener el virus, incluyendo el uso de máscaras, el distanciamiento social y el uso de pases de salud. Además, planea fortalecer su campaña de vacunación con el fin de evitar la necesidad de nuevas restricciones como toques de queda y cierres.
La Unión Europea decidió retrasar la presentación de una propuesta para actualizar sus pautas de viaje a la espera de la orientación de la agencia de salud pública del bloque sobre la eficacia de diferentes vacunas. En todo caso, trascendió que la propuesta probablemente considerará que las naciones impongan restricciones de viaje en función de si las personas han sido vacunadas o se han recuperado de Covid, en lugar del sistema actual que juzga desde dónde viajan las personas.
La UE recomendó un límite de tiempo de 9 meses para la validez de las vacunas hacia y dentro del bloque. Además, propuso que los estados miembros sigan dando la bienvenida a todos los viajeros vacunados con vacunas aprobadas por el bloque. También pidió que los países reabrieran a partir del 10 de enero a todos aquellos que hayan usado vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud.
En EE.UU., cerca del 92% de los empleados del gobierno federal han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19 luego del mandato de vacunación del presidente Biden.
Según los datos publicados por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, los bebes nacidos de mujeres vacunadas no mostraron diferencias en los resultados del parto, lo que refuerza el perfil de seguridad de las vacunas durante el embarazo.
En EE.UU., las últimas cifras dan cuenta de que la relación entre la tasa de incidencia del virus y la tasa de vacunación ha cambiado en los últimos meses. En este sentido, hace tres meses los datos mostraban que la mayoría de los estados del país con altas tasas de incidencia del virus tenían bajas tasas de vacunación, mientras que estados en que el proceso de vacunación avanzó favorablemente tenían ritmos de contagio más bajos. Sin embargo, la información al 21 de noviembre mostraba un deterioro en dicha relación, al punto que varios estados daban cuenta de una alta tasa de incidencia y una alta tasa de vacunación.