ECONOMÍA CHILENA
Sorpresa por baja inflación.
La variación mensual del IPC llegó a un 0,1% en junio, muy por debajo de nuestra estimación y la del mercado. En el mencionado período, cinco de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC aportaron incidencias positivas, destacando las alzas de transporte (1,0%) y vivienda y servicios básicos (0,6%), mientras las restantes divisiones contribuyeron negativamente, notando el retroceso en vestuario y calzado (-1,9%). En tanto, el IPCSAE y la medida del IPC sin volátiles cayeron inesperadamente en junio, mientras que se aprecian moderadas alzas en los componentes de no transables y de servicios. En todo caso, y a pesar de la sorpresivamente baja inflación de junio, no modificamos nuestra visión respecto al deterioro en el panorama inflacionario, considerando la presión alcista a nivel global, el debilitamiento del peso, el alza en el precio del petróleo y la mayor presión proveniente de la demanda. Con ello, estimamos que la tasa de inflación anual cerrará el 2021 en un 3,9%, mientas que en 2022 llegará a un 4,0%.
Gráfico N° 11: Inflación Anual

El principal riesgo bajista de corto plazo sobre la inflación proviene del avance de medidas populistas.
En esta dimensión, el proyecto de reducción del impuesto específico a los combustibles continuó con su avance en el Congreso. Así, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó, en términos generales, el proyecto para recortar en un 50% el impuesto específico a los combustibles. El gobierno, que se opone a este proyecto, indicó que el impacto sobre la recaudación fiscal estaría en el rango de US$1.000 – US$1.200 millones. Ahora, el proyecto será discutido en particular por la misma Comisión y luego deberá ser votado por todo el pleno para pasar después al Senado. De acuerdo con nuestra estimación, si el proyecto se convierte en ley, ello le restaría 0,5% a la inflación en el mes en que se implemente.
Las condiciones crediticias se han deteriorado durante el segundo trimestre.
El Banco Central (BCC) publicó los resultados de su encuesta de condiciones crediticias para el segundo trimestre, documento que, en general, mostró un deterioro. Así, la oferta de crédito a grandes empresas y pymes continúa restrictiva, apreciándose un alza en la porción de bancos que reportan estándares más restringidos. En tanto, para las empresas inmobiliarias y constructoras, las condiciones de oferta se mantienen también ajustadas. En contraste, las condiciones de financiamiento al segmento de hogares permanecen favorables, aunque la fracción de bancos que flexibilizó sus estándares se redujo en las carteras de vivienda y consumo. Por el lado de la demanda, los resultados son mixtos, apreciándose una percepción de mayor demanda en los créditos de consumo y una caída relevante en los hipotecarios. En tanto, con respecto a los préstamos comerciales, la demanda de créditos de las empresas inmobiliarias aumentó en el segundo trimestre, mientras que la de las grandes empresas, pymes y constructoras se debilitó.