Tasas a la baja, dólar débil y repunte del mercado accionario tras la decisión de la Reserva Federal (FED).

La FED recortó la tasa rectora en 25 pb hasta 3,5%-3,75%, justificándolo por un deterioro gradual del mercado laboral y una inflación que, si bien permanece elevada, muestra menor presión en el margen. El mensaje adoptó un tono más cauteloso, reflejando divisiones internas y un balance de riesgos que ahora se inclina hacia el empleo. Las proyecciones macroeconómicas incorporaron revisiones marginales al alza en crecimiento y ajustes a la baja en inflación, mientras que el “dot plot” mantuvo una trayectoria limitada de recortes hacia 2026-2027. No obstante, el anuncio más relevante fue el inicio de compras por hasta US$40 billones mensuales en T-bills para reconstruir reservas bancarias y aliviar las tensiones de liquidez, tras el rápido drenaje generado por la mayor emisión de corto plazo y la reversión del QE, que dejó las reservas bajo el umbral que la FED considera adecuado.

La reacción de los mercados fue inmediata: las tasas de los bonos del Tesoro cayeron con fuerza a lo largo de toda la curva —especialmente en el tramo de 2 años— en un contexto de expectativas de recortes más prolongados y una menor prima por riesgo de liquidez. En el mercado monetario, la normalización del repo GC (General Collateral – tasa clave del mercado de financiamiento overnight con colateral) confirmó el alivio en las condiciones de financiamiento. Paralelamente, el dólar se debilitó y el mercado accionario repuntó con fuerza, liderada por sectores sensibles a las tasas gracias al menor costo de financiamiento y a mejores expectativas de márgenes. El anuncio de estabilización de reservas también impulsó la demanda por riesgo, favoreciendo al crédito corporativo y a los mercados emergentes.

Hacia adelante, nuestro escenario base proyecta una convergencia de la TPM hacia 3,0% en 2026. De materializarse esta trayectoria, vemos espacio adicional para caídas en las tasas de los Treasuries, particularmente en los tramos corto y medio de la curva. Asimismo, el posible cambio en la composición del board de la FED introduce un sesgo bajista adicional para la política monetaria, reforzando la probabilidad de un tono más acomodaticio en el horizonte de proyección.