BRASIL

NUEVA EVIDENCIA DE RECUPERCIÓN DE BRASIL

La economía prolonga su recuperación, aunque con desempeños desiguales entre las principales agrupaciones.

El indicador de actividad económica IBC-Br, proxy mensual del PIB, registró en el mes de septiembre un crecimiento mensual de 1,3%, sorprendiendo nueva y positivamente al mercado y completando cinco meses consecutivos de expansión. Con ello, dicho indicador cerró el tercer trimestre con un crecimiento trimestral de 9,7%, equivalente a un ritmo anualizado de 43,6%. Dicho resultado se condice con la mejoría generalizada en los indicadores de movilidad, dando cuenta de la mayor apertura de la economía. Es interesante notar que, con el avance descrito, la actividad económica se sitúa sólo un 2,5% por debajo de la observada en febrero último, antes del inicio de la crisis sanitaria.

A nivel sectorial, se aprecian recuperaciones generalizadas, aunque con desiguales velocidades. Así, el indicador de ventas del comercio minorista registró un alza mensual de 1,2% en septiembre en su medida más amplia, destacando el dinamismo en la venta de bienes durables. Con ello, el sector completó cinco meses de robustas alzas, impulsadas en buena medida por la apertura de la economía y el apoyo de las medidas de emergencia implementadas por el gobierno. Es interesante notar que el volumen de ventas del comercio no sólo superó el nivel previo a la pandemia, sino también alcanzó su nivel histórico más alto. En todo caso, dado que las medidas de apoyo se han reducido y se mantendrían sólo hasta diciembre, es razonable pensar en una moderación de esta fuerte tendencia alcista. Por su parte, la actividad industrial también se ha recuperado, igualando el nivel previo a la crisis.

En contraste, si bien el sector servicios también revela señales de recuperación, su velocidad está más rezagada respecto al resto de las agrupaciones, lo que, a nuestro juicio, da cuenta de la mayor sensibilidad de este sector al mayor distanciamiento social, ya sea obligatorio o voluntario, especialmente en aquellas agrupaciones proveedoras de servicios con mayor cercanía social. En línea con lo anterior, la actividad el sector servicios se situó en septiembre un 8,0% por debajo de la registrada al inicio de año.

A partir de lo anterior, el mercado revisó nuevamente al alza su estimación de actividad. Así, de acuerdo con la encuesta de expectativas elaborada por el Banco Central, el mercado espera ahora una contracción de 4,8% el 2020, casi 1pp de menor caída que las estimaciones vigentes un mes atrás. En tanto, para el 2021, las estimaciones se redujeron de un 3,34% a un 3,31%.

 

ARGENTINA 

La compleja situación inflacionaria llevó al Banco Central de Argentina (BCRA) a incrementar el costo de financiamiento.

En octubre, la variación mensual del IPC llegó a un 3,8%, muy por sobre la cifra esperada y 1pp por encima del dato del mes previo. Además, el incremento de los precios durante octubre fue el más alto desde fines de 2019. En tanto, la medida del IPC subyacente aumentó un 3,5%, también por sobre lo esperado. Con ello, las respectivas tasas de inflación anual quedaron en un 37,2% y un 37,9%, confirmando así la compleja situación inflacionaria. Ello, pensamos, refleja el impacto disruptivo provocado por la crisis sanitaria, la inconsistencia en el manejo de la política monetaria (monetización del déficit) y la escalada en el tipo de cambio paralelo.

Frente a ello, el BCRA decretó un aumento de 200pb en la tasa de pases pasivos a 7 días (repos), llevándola a un 36,5%, mientras que incrementó en la misma magnitud la tasa de las Letras de Liquidez (Leliq), dejándola en un 38%. Sin embargo, y a pesar de la seguidilla de alzas en las tasas desde mediados de septiembre, considerando la aceleración en el ritmo de inflación, la tasa de interés de política monetaria en términos reales sigue siendo negativa. Dado ello, el BCRA tiene holgura para continuar con su ciclo de alzas. 

 

PERÚ 

La crisis política se acentúa en Perú y se destituye al presidente Martín Vizcarra.

La situación política ha estado convulsionada al menos desde 2016. Desde esa fecha, se presentaron dos mociones de destitución presidencial contra PPK, renunció el presidente, el nuevo mandatario disolvió el Congreso, se presentaron otras dos mociones de vacancia presidencial y con la última se logró la destitución del hasta ese momento presidente Vizcarra. El día después de aprobaba la acusación, el presidente del Congreso, Manuel Merino, juró como su sucesor. Sin embargo, no por una mayoría en el parlamento sino por la sucesión establecida por la constitución, la cual además señala que debe convocar nuevas elecciones inmediatamente, programadas por ahora para el 11 de abril del próximo año. En todo caso, lo verdaderamente llamativo proviene del hecho que las acusaciones contra Vizcarra se basan en el testimonio de dos personas que buscan un indulto, mientras que hay solo una investigación judicial preliminar y sin cargos. Dado ello, la destitución parece ser el resultado de un conflicto de poderes entre el Congreso y el presidente.

La destitución de Vizcarra deja en evidencia la constante incertidumbre política en Perú. Hacia delante, será fundamental monitorear el sesgo del nuevo gabinete de ministros, especialmente en el ministerio de Hacienda. Ello, con el fin de contener la incertidumbre política y continuar con las políticas de apoyo a la economía tras el violento impacto provocado por la pandemia. En todo caso, el nuevo presidente, para preocupación de los inversionistas, ha respaldado una serie de iniciativas populistas, entre ellas permitir dos veces el retiro de ahorros previsionales, una ley que congela el servicio de la deuda a los bancos y una ley que suspende los pagos de peajes de carreteras.