ECONOMÍAS DESARROLLADAS Nº 669

ESTADOS UNIDOS

Débiles cifras de actividad en febrero reflejan el impacto de las inusuales tormentas que azotaron a gran parte del país.

El índice de ventas del comercio minorista cayó en el mes de febrero un 3,0%, resultado inferior al ligero retroceso esperado por el mercado. Ello, sin embargo, vino luego de un alza de 7,6% en enero, cifra que fue revisada al alza y dio cuenta de su mejor desempeño en siete meses. Por su parte, las ventas que excluyen vehículos cayeron un 2,7%, mientras que la denominada de control, la cual mediría de mejor forma la evolución del gasto de los consumidores, cayó un 3,5% en similar período. La actividad del sector estuvo impactada por las bajas temperaturas en gran parte del país y las disrupciones en el suministro de energía en el sur y centro. A ello se sumó el efecto de los atrasos en el proceso de devolución de impuestos. En todo caso, a pesar de la caída, el nivel de ventas se mantuvo muy por sobre los niveles previos a la crisis sanitaria y se espera retome la tendencia alcista a medida que los ciudadanos reciben otra ronda de estímulo. Además, el gasto de los hogares estará impulsado por la flexibilización de las restricciones tras el progreso en la campaña de vacunación.

Gráfico N° 3: Ventas del Comercio Minorista

Por su parte, el indicador de actividad industrial cayó un 2,2% m/m en febrero, revirtiendo parte de la recuperación reciente. A nivel de sus componentes, la actividad del sector utilities avanzó un sólido 7,4%, siendo ello consecuencia del mayor uso de la calefacción por las bajas temperaturas. En contraste, minería cayó un 5,4% y la actividad manufacturera retrocedió un 3,1%. Las mencionadas caídas, en buena medida, estuvieron explicadas por las disrupciones provocadas por condiciones climáticas extremas, sumadas a problemas de escasez de suministros y grandes desafíos logísticos. Sin perjuicio de ello, las perspectivas del sector se ven auspiciosas, en un contexto de recuperación global, repunte del gasto de los consumidores y un sólido avance en el gasto de capital. En línea con ello, las primeras dos encuestas de actividad manufacturera a escala regional repuntaron en marzo, destacando el nivel máximo histórico alcanzando por el Philly FED. 

Gráfico N° 4: Producción Manufacturera

Por último, tras un período largo de fuerte crecimiento, los indicadores de actividad del sector inmobiliario se debilitaron en febrero, dando también cuenta del impacto de las tormentas. Así, el indicador de edificación de viviendas cayó un 10,3% en febrero, alcanzando con ello un volumen anualizado de 1,42 millones de unidades, su nivel más bajo desde agosto pasado. En tanto, los permisos de construcción, proxy de actividad futura, cayeron un 10,8% m/m durante febrero, aunque destacamos que el nivel alcanzando sigue siendo elevado. De hecho, es el tercer más alto desde el 2006. Adicionalmente, los retrasos, medida de la cantidad de viviendas autorizadas que aún no iniciaron su construcción, alcanzó su nivel más alto en casi 15 años. Ello, sumado a inventarios bajos y niveles de confianza de los constructores de viviendas que se mantienen muy elevados, sugiere que la construcción de viviendas se mantendrá firme. Sin perjuicio de ello, notamos que los constructores manifestaron su preocupación por el alza en los costros de materiales y el aumento en los tiempos de entrega de los insumos, especialmente de madera.

Gráfico N° 5: Indicadores Sector Inmobiliario

Las tasas de créditos hipotecarios alcanzaron su nivel más alto desde mediados de 2020.

El significativo aumento en las tasas base redundó en alzas de toda la estructura de tasas de interés. Así, la tasa de créditos hipotecarios aumentó por quinta semana consecutiva, llegando a un 3,09%, su mayor nivel desde junio último. Si bien dichas tasas permanecen bajas desde una perspectiva histórica, su escalada amenaza en contener el sólido avance del sector inmobiliario.

La Reserva Federal (FED) se compromete a mantener el rumbo y no parece estar cerca de alterar su trayectoria de política monetaria.

Los miembros de la FED decidieron mantener sin cambios la tasa de política monetaria en el rango de 0,0% – 0,25%, así como su ritmo de compra de activos de “al menos” US$120 billones al mes. En el comunicado adjunto a la decisión, la FED señaló que, luego de una moderación en el ritmo de recuperación, los indicadores han repuntado recientemente, aunque indicó que los sectores más golpeados por la pandemia permanecen débiles. Adicionalmente, indicó que la inflación sigue transitando por debajo del 2,0%. Hacia delante, la FED reafirmó su visión respecto a que la trayectoria de la economía dependerá significativamente del curso del virus, incluyendo los progresos en la vacunación. La crisis sanitaria sigue constituyendo un riesgo considerable para las perspectivas económicas.

La visión de la FED en materia de actividad quedó plasmada en sus nuevas proyecciones macro. Así, los miembros del comité de política monetaria estiman que la economía se expandiría un 6,5% en el último trimestre de 2021 en relación con similar período de 2020, 2,3pp por sobre la estimación previa. En tanto, la mediana de las proyecciones para fines de 2022 y 2023 se situó respectivamente en 3,3% (3,2% en diciembre) y 2,2% (2,4% en diciembre). Por su parte, para el largo plazo su estimación se mantuvo en un 1,8%. En materia de precios, los miembros estimaron que la inflación del deflactor del consumo se aceleraría el 2021 hasta un 2,4%, para luego converger a un 2,0% el 2022 y a un 2,1% el 2023.

Respecto a la trayectoria de la política monetaria, la FED señaló que sería apropiado mantener el rango para la tasa rectora hasta que las condiciones del mercado laboral hayan alcanzado niveles consistentes con las evaluaciones del Comité de máximo empleo y que la inflación esté en camino de superar moderadamente el 2% por algún tiempo. En tanto, mantendría el ritmo de compra de activos hasta que se logre un sustancial progreso hacia el cumplimento de sus objetivos. En línea con lo anterior, los miembros de la FED esperan que la tasa de los fondos federales se mantenga en los niveles actuales al menos hasta el 2023 y que converja en el largo plazo a un 2,5%. Sin perjuicio de ello, cabe notar que 7 de 18 miembros estimaron alzas para el 2023, lo que se compara con 5 de 17 en la reunión de diciembre.

En la conferencia de prensa posterior a la decisión, el presidente de la FED, Jerome Powell, reafirmó el compromiso de mantener su sesgo expansivo, señalando que aún no es el momento para hablar sobre la reducción de las compras de activos. En tanto, ante una consulta sobre el reciente movimiento de las tasas, Powell señaló que las condiciones siguen siendo acomodaticias y que se preocuparía ante ajustes desordenados de los mercados.

La FED anunció que la flexibilización del ratio SLR (Supplementary leverage ratio) vencerá a fines del mes de marzo. 

El índice SLR implementado en el marco de Basilea III se concibe como un respaldo a los requerimientos de capital ponderados por riesgo. El SLR requiere que los bancos grandes mantengan un capital equivalente al menos al 3% de sus activos y a un 5,0% en las instituciones financieras de importancia sistémica. Las autoridades reguladoras, entre ellas la FED, decidieron al inicio de la pandemia flexibilizar las reglas para mitigar el riesgo de que restricciones al balance puedan afectar el normal funcionamiento del mercado crediticio. En particular, la FED permitió a los bancos excluir transitoriamente del cálculo de activos para estimar el ratio SLR las tendencias de bonos del Tesoro y la caja mantenida como reserva en el banco central. De acuerdo con la decisión de la FED, dicha flexibilización expirará el próximo 31 de marzo, tal como estaba programado. Sin perjuicio de ello, la FED señaló que revisaría dicha medida, señalando que “… tendrá que abordar el actual diseño y calibre del SLR para prevenir tensiones que puedan limitar el crecimiento económico y socavar la estabilidad financiera”. La decisión de la FED tiene el potencial de provocar disrupciones adicionales en el mercado de renta fija y deteriorar las condiciones de financiamiento.

Luego de aprobado el plan por US$1,9 trillones, el presidente Biden concentra su atención ahora en la reforma tributaria.

Si bien aún no se conocen los detalles de las modificaciones al código tributario, el presidente Biden señaló que se está planeando la mayor reforma tributaria desde 1993 y sería el vehículo para financiar su programa de infraestructura. Trascendió que la propuesta afectaría a quienes ganan más de US$400 mil al año, por cuanto su tasa subiría de un 37% a un 39,6%. Adicionalmente, se gravarían las ganancias de capital y los dividendos a una tasa de impuesto sobre la renta ordinaria del 39,6% para quienes ganan más de US$1 millón. En tanto, la tasa de impuesto corporativo se incrementaría desde un 21% a un 28%. Ello, además, se da en un contexto en que varios estados están considerando aumentar el impuesto a la riqueza.

Las utilidades de los bancos experimentarían un fuerte aumente.

Las utilidades de los bancos americanos experimentarán un fuerte incremento durante 2021 debido a las reservas por créditos incobrables acumuladas el año pasado y que no han sido utilizadas. De acuerdo con la autoridad reguladora, los bancos americanos mantenían a fines de 2020 cerca de US$237 billones en provisiones por créditos incobrables, cerca del doble del monto registrado antes de la crisis sanitaria. Dada la reciente evolución de la economía y las mejores perspectivas, es razonable pensar que los bancos revertirán el monto de provisiones. En línea con ello, desde principios de año analistas han reducido sus estimaciones de pérdidas crediticias y de ganancias de los bancos.

El gobierno de EEUU también ha endurecido su postura frente a China, aplicando sanciones a funcionarios chinos por socavar la autonomía de Hong Kong.

La administración Biden acusó a 24 funcionarios chinos y de Hong Kong de tomar acciones que redujeron el grado de autonomía de Hong Kong. Ello, luego de China aprobara una ley electoral para la ciudad la semana pasada.

ZONA EURO

La confianza empresarial en Alemania continuó mejorando.

El indicador del instituto ZEW que mide el optimismo empresarial en Alemania, avanzó en el mes de marzo 5,4pts, llegando a los 76,6pts y completando cuatro meses consecutivos de mejora. Con ello, dicho indicador alcanzó su segundo nivel más alto desde el 2000. El reporte reveló un mayor optimismo de los expertos financieros a la espera de una sólida recuperación de la economía alemana. Los encuestados esperan que al menos al 70% de la población alemana se le administrará una dosis contra el virus en otoño (boreal). Sin embargo, el informe también muestra una escalada de las expectativas de inflación.

Gráfico N° 6: Confianza Empresarial Alemania – ZEW

La presidente del Banco Central Europeo (BCE) advierte que persisten los riesgos de corto plazo.

Christine Lagarde señaló ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo que persisten los riesgos a la baja en el corto plazo, asociados principalmente a la expansión de las mutaciones del virus y las implicaciones de la pandemia sobre la economía y las condiciones de financiamiento. Sin embargo, destacó que los riesgos sobre las perspectivas de mediano plazo se han equilibrado, dando cuenta de la recuperación global y el progreso en la campaña de vacunación. A pesar de ello, indicó que sigue siendo esencial mantener condiciones financieras favorables y que, por ello, el BCE decidió aumentar significativamente el ritmo de compra de bonos en el segundo trimestre, reiterando que el monto total, que permaneció inalterado en €1,85 trillones, podría recalibrarse de ser necesario.

En materia de precios, Lagarde señaló que, si bien se verá una aceleración de la inflación en los próximos meses, ello será por factores temporales y de naturaleza transitoria, acotando que a largo plazo las proyecciones apuntan a que la inflación seguirá en niveles débiles. Respecto al reciente aumento en las tasas, Lagarde explicó que la decisión de acelerar las compras respondió al hecho que el aumento de las tasas va por delante de la esperada recuperación económica, acotando que cualquier ala que opere como freno es indeseable.

Autoridades del BCE insisten por un mayor estímulo fiscal.

Peter Kazimir, gobernador del BCE, señaló que, si bien el aumento en las tasas de interés aún no es dramático, el BCE quiso reforzar la confianza de que la región no sufriría el impacto de las presiones alcistas sobre las tasas provocadas por el plan de estímulo por US$1,9 trillones. En otro ámbito, Kazimir manifestó su preocupación de que, en comparación con el enorme impulso fiscal de EE.UU., los efectos del paquete europeo se producirán con un retraso importante, acotando que la reacción fiscal conjunta se está quedando atrás y necesita acelerar su ritmo para respaldar la recuperación.

Los resultados de 2 elecciones regionales muestran un cambio en el mapa político de Alemania, lo que podría llegar a tener importantes repercusiones para el curso de la política y la economía en la UE.

La Unión Cristiana Demócrata (CDU) de la líder alemana cayó en dos estados federados, lo que podría afectar las elecciones generales de septiembre. En Baden-Wurtemberg, la CDU logró un poco más de 24%, mientras el partido Verde ganó con casi el 33%. En tanto, en Renania-Palatinado, la CDU logró cerca del 28% y Partido Socialdemócrata (SPD) ganó con cerca de un 36%. De acuerdo con analistas políticos, la CDU atraviesa su crisis más grave desde fines de los noventa, debido a casos de corrupción y a los impactos de la pandemia.

INGLATERRA

El Banco Central de Inglaterra (BoE) dejó inalterados sus instrumentos monetarios.

En su reunión de política monetaria de marzo, los miembros del Consejo del BoE decidieron dejar inalterada su tasa de política monetaria, así como el monto de su programa de compra de activos, El BoE manifestó un mayor optimismo respecto al desempeño de la economía, estimando que la actividad económica se recuperará con fuerza, recuperando el nivel pre-covid en el 2021. En tanto, espera que la inflación converja al 2,0% en primavera (boreal). 

El BoE indicó que se encuentra preparado para acelerar el ritmo de compras para asegurar la transmisión efectiva de la política monetaria. En tanto, señaló que no tiene la intención de endurecer su política monetaria al menos hasta que haya evidencia clara de que se está logrando un progreso significativo en la eliminación de los excesos de capacidad y la convergencia de la inflación a la meta del 2,0% de manera sostenible.

La ausencia de medidas concretas para contener la presión alcista sobre las tasas de interés sugiere que el BoE se encuentra relativamente cómodo con la idea de que dicho fenómeno responde a la mejoría en las perspectivas de crecimiento e inflación, más que a un deterioro en las condiciones de financiamiento.