ESTADOS UNIDOS
A pesar de nuevos avances en el mercado laboral, el camino por recorrer para una plena recuperación es aún largo. De acuerdo con los resultados de la encuesta Job Openings and Labor Turnover Survey (JOLTS) correspondiente al mes de octubre de 2020, el ritmo de apertura de nuevos empleos llegó en dicho período a 6,65 millones, cifra que fue mejor a la esperada y anotó su mejor registro en tres meses. Sin perjuicio de ello, el número de vacancias permanece aún por debajo de los niveles cercanos a los 7 millones observados antes del inicio de la crisis sanitaria. A nivel sectorial, las mayores contribuciones provinieron de los servicios de salud, de las firmas manufactureras y de las actividades de recreación y hotelería. En contraste, las aperturas en los servicios de retail cayeron. Con el dato mencionado, la tasa de oferta de nuevos trabajos, medida como proporción del nivel de empleo, se situó en un 4,5%, mejor al dato de los dos meses previos, mientras que la tasa de renuncia, que mide la proporción de la fuerza de trabajo que deja voluntariamente su empleo actual, se mantuvo en un 2,2%, ocho décimas por encima del dato de abril pasado, el cual marcó su peor registro de la última década. Finalmente, la competencia entre quienes buscan trabajo sigue siendo elevada, por cuanto por cada trabajo disponible hay 1,7 trabajadores desempleados, lo que contrasta con el hecho que antes de la pandemia el número de vacantes superaba el número de desempleados. En todo caso, las condiciones del mercado laboral siguen siendo extremadamente frágiles. Reflejo de ello, las solicitudes de seguros de desempleo aumentaron en 137 mil en la semana terminada el 5 de diciembre, llegando a 853 mil. Ello probablemente da cuenta del impacto asociado a las nuevas medidas restrictivas implementadas con el fin de contener la velocidad de contagio.
La inflación fue algo mayor a la esperada. Sin embargo, ello no modificará en absoluto el sesgo expansivo de la Reserva Federal (FED). La variación mensual del IPC llegó a un 0,2% durante el mes de noviembre, resultado superior al nulo avance de octubre y al aumento de 0,1% esperado por el mercado. Las mayores contribuciones provinieron de las tarifas de hoteles, pasajes aéreos y vestuario. En tanto, la medida subyacente, que excluye los componentes más volátiles como alimentos y energía, registró un alza de 0,2%, también por sobre lo esperado. A partir de ello, las inflaciones anuales se situaron en un 1,2% en el caso de la medida total y en un 1,6% en el caso de la medida subyacente, cifras que nuevamente se situaron por debajo de la meta de la FED. Hacia delante, a pesar de la sorpresa de noviembre, las presiones inflacionarias seguirán plenamente contenidas, dado el elevado desempleo y la posible moderación de la demanda como consecuencia de las nuevas medidas restrictivas.
Las negociaciones para un nuevo paquete de apoyo fiscal exhiben algún progreso. Luego de la propuesta bipartidista de fines de la semana pasada de un paquete de estímulo fiscal por un monto de US$908 billones, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, presentó a mediados de la presente semana una iniciativa por US$916 billones. El plan presentado busca retomar la discusión estancada desde hace meses en el Congreso e incluye apoyo a los gobiernos estatales y locales y una robusta red de protección para las empresas, escuelas y universidades contra posibles demandas (para evitar litigios excesivos). Este último punto, que es clave para un gran grupo de senadores republicanos, no es aceptable para los demócratas, quienes argumentan que ello continuará inclinando la balanza a favor de las empresas en temas de seguridad. En tanto, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el jefe de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, se manifestaron poco convencidos del proyecto de la Casa Blanca y señalaron que querían centrarse en la propuesta bipartidista. Pelosi y Schumer, indicaron que la propuesta del presidente reduce el monto de apoyo suplementario al desempleo de US$180 billones a US$40 billones, sentenciando que “esto es inaceptable”. Cabe notar que ello se da en un contexto en que sólo en algunas semanas expirarán los programas federales de ayuda de emergencia.
ZONA EURO
El Banco Central Europeo (BCE) no decepciona al mercado y anuncia un fortalecimiento de sus medidas de estímulo. En línea con lo esperado por el mercado y consistente con las señales de los gobernadores del BCE en las últimas semanas, en su última reunión de política monetaria del 2020, el Consejo de Gobernadores del BCE decidió expandir su programa de emergencia de compra de activos (PEPP) por un monto de €500 billones, con lo cual el total de su programa de estímulo llegaría a €1,85 trillones y extendió su mecanismo al menos hasta marzo de 2022. Adicionalmente, los gobernadores aprobaron nuevas ventanas de préstamos a largo plazo a tasas bajas y anunciaron cuatro operaciones adicionales de refinanciamiento de emergencia que se ofrecerán durante el 2021. Por su parte, la tasa de interés de refinanciamiento se mantuvo en un 0,0%, mientras que la tasa de depósito quedó en el mínimo histórico de -0,5%. En la conferencia de prensa posterior a la decisión, la presidente del BCE, Christine Lagarde, señaló que las medidas anunciadas contribuirán a mantener condiciones favorables de financiamiento durante la crisis sanitaria, apoyando así el flujo de crédito a todos los sectores de la economía, apoyando a la actividad y protegiendo la estabilidad de precios a mediano plazo. Además, acotó que la pandemia sigue constituyendo un serio riesgo para las economías y que las restricciones recientes incrementan el riesgo de una recuperación más lenta. Respecto a ello, Lagarde notó que, si bien el sector manufacturero se está comportando bien, el sector servicios se ha visto severamente frenado por el aumento en las infecciones. Frente a ello es necesario un amplio impulso monetario para apoyar a la economía. En tanto, Lagarde indicó que la incertidumbre sigue siendo alta respecto al curso de la pandemia y a la distribución y efectividad de la vacuna, por lo que el BCE se encuentra listo para ajustar sus herramientas de forma tal de garantizar que la inflación avance hacia su objetivo del 2%. Por último, el BCE presentó una actualización de sus proyecciones macro. Las nuevas estimaciones consideran una contracción del PIB de 7,3% el 2020, inferior a la caída del 8,0% anticipada en septiembre. Por su parte, para el 2021 el BCE estima un crecimiento del 3,9%, por debajo del 5% previsto anteriormente. En tanto, para el 2022, estima un crecimiento de 4,2%, frente al 3,2% previo, mientras que para 2023 espera un crecimiento del 2,1%.
Los líderes europeos logran avanzar en el presupuesto comunitario y en el fondo de recuperación. Tras varias semanas de incertidumbre, la UE logró un acuerdo con Hungría y Polonia para que levanten el veto que mantenían por su rechazo a vincular los fondos de apoyo al estado de derecho. Ello permitirá continuar con la tramitación del presupuesto comunitario para el período 2021-2027, por cerca de €1,1 trillones, y del fondo de recuperación por un monto de €750 billones. El acuerdo vino luego de que se dieron garantías a Hungría y Polonia de que el nuevo sistema para condicionar el desembolso de ayudas europeas al respeto del estado de derecho no se utilizará para presionarles en otros campos. El texto acordado señala que este mecanismo busca únicamente proteger el presupuesto europeo y el fondo de recuperación de cualquier tipo de fraude, corrupción o conflicto de interés y también garantiza que su aplicación será imparcial y no discriminatoria. Según el compromiso, la condicionalidad entrará en vigor el 1 de enero de 2021 y se relacionará sólo con los compromisos del nuevo presupuesto.
INGLATERRA
Los plazos se acortan y las posiciones aún están lejanas. El Brexit sin acuerdo va tomando más forma. A un poco menos de tres semanas para que venza el plazo de transición, las autoridades de la UE y UK siguen sin alcanzar un acuerdo. Las negociaciones siguen entrampadas por diferencias en tres temas: derechos pesqueros, competencia y ayudas estatales, y gestión legal de la futura relación. Aún cuando las autoridades se dieron como margen hasta el domingo para sellar un acuerdo, las posiciones parecen estar aún muy alejadas y la posibilidad de un acuerdo se ve cada vez más lejana. Si ello no ocurre, las relaciones entre la UE y UK se regirían por el marco multilateral global. En especial, temas de cooperación policial y judicial se realizarían de acuerdo con convenciones internacionales, mientras que el intercambio comercial se enmarcaría en el sistema de la Organización Mundial del Comercio. En este contexto, la Comisión Europea publicó a fines de la semana un conjunto de medidas de emergencia para mitigar los impactos de una salida sin acuerdo, especialmente en lo relacionado con el transporte aéreo y terrestre y la pesca, cuyo funcionamiento no se regiría por un acuerdo genérico internacional y que se cree que podría verse significativamente afectado. De la misma forma, el primer ministro Boris Johnson alertó al país y a las empresas en particular que se preparen a abandonar la UE sin un acuerdo comercial luego de las hasta ahora fracasadas negociaciones. En todo caso, Johnson señaló que las conversaciones continuarán, aunque advirtió que la demanda del bloque de que UK siga los cambios futuros en las reglas de la UE es un obstáculo importante.
JAPÓN
Inesperada caída de uno de los principales indicadores anticipatorios de actividad. Luego de la vigorosa recuperación de la economía durante el tercer trimestre, las perspectivas para la última parte del año se han ido moderado. En este sentido, el indicador Ecowatcher, uno de los principales índices anticipatorios de la actividad económica, sufrió una fuerte caída en noviembre, pasando desde los 49,1pts el mes previo a 36,5pts, alcanzando con ello su nivel más bajo de los últimos cuatro meses. Ello responde a la aceleración en el ritmo de contagios y a la mayor incertidumbre resultante. De hecho, en la presente semana los contagios diarios bordearon los 3.000 casos, siendo un máximo desde el inicio de la pandemia.
El gobierno lanza un nuevo plan de estímulo fiscal por cerca de US$700 billones. El gobierno del Primer Ministro Yoshihide Suga presentó a mediados de la semana un nuevo plan de estímulo fiscal por un monto de US$708 billones, diseñado para apoyar la recuperación de la economía y mitigar los impactos asociados a la crisis sanitaria. Un poco más de la mitad de dicho monto considera gastos fiscales directos, a lo que se suman garantías crediticias y líneas de crédito para pequeñas empresas que enfrentan restricciones al financiamiento provocadas por la pandemia. Adicionalmente, se crea dos fondos para promover proyectos de inversión que ayuden a lograr la neutralidad de carbono para 2050 y para acelerar la transformación digital. El plan propuesto llevará el monto total de medidas de estímulo implementadas durante la pandemia a cerca de US$2 trillones, lo que representa cerca de dos tercios del PIB japonés. De acuerdo con estimaciones oficiales, los nuevos estímulos impulsarían el PIB en cerca de 3,6%.