ESTADOS UNIDOS

LA FED ADVIERTE DE LOS DESAFÍO DE CORTO PLAZO

El mercado laboral sigue mejorando gradualmente, a pesar de lo cual sus condiciones se siguen viendo frágiles.

De acuerdo con los resultados de la encuesta Job Openings and Labor Turnover Survey (JOLTS) correspondiente al mes de septiembre de 2020, el ritmo de apertura de nuevos empleos llegó en dicho período a 6,44 millones, cifra inferior a la esperada, pero algo superior al dato del mes previo. No obstante, el número de vacancias permanece aún por debajo de los niveles cercanos a los 7 millones observados previo al inicio de la crisis sanitaria.  A nivel sectorial, las mayores contribuciones provinieron de servicios empresariales y profesionales, transporte y almacenamiento y servicios de salud y educación. En contraste, se apreciaron disminuciones en alojamiento y servicios de alimentación, comercio minorista y construcción. Con el dato mencionado, la tasa de oferta de nuevos trabajos, medida como proporción del nivel de empleo, se situó en un 4,3%, similar al mes previo. Por otra parte, la tasa de renuncia, que mide la proporción de la fuerza de trabajo que deja voluntariamente su empleo actual, mejoró en una décima, llegando a un 2,1% en septiembre, luego de alcanzar en abril su peor registro de la última década. Finalmente, la competencia entre quienes buscan trabajo sigue siendo elevada, por cuanto por cada trabajo disponible hay dos trabajadores desempleados. Ello contrasta con la tendencia declinante antes de la pandemia, en que el número de vacantes superaba el número de desempleados. Por otra parte, y dejando en evidencia la fragilidad del mercado laboral, aún cuando las solicitudes de seguros de desempleo volvieron a caer durante la semana terminada el 7 de noviembre, el nivel alcanzado de 709 mil aplicaciones supera aún con creces los valores previos al inicio de la pandemia.

La inflación continuó desacelerándose durante octubre, confirmando el carácter transitorio del repunte previo. 

La variación mensual del IPC fue nula durante el mes de octubre, al igual que la correspondiente a la medida subyacente. Estos resultados fueron inferiores a los esperados por el mercado y vinieron luego de las inesperadas aceleraciones en junio – agosto y la moderación en septiembre. Ello probablemente da cuenta de la reposición de inventarios, luego de las disrupciones provocadas por el virus, en conjunto con una demanda aún débil. Con los datos puntuales de octubre, las tasas de variación anual quedaron en un 1,2% la efectiva y en un 1,6% la subyacente, cifras inferiores al objetivo de la FED. En concreto, dado el exceso de capacidad ociosa en la economía, la persistencia de dicho exceso y la aún elevada incertidumbre, pensamos que la situación inflacionaria sigue estando controlada.

Los principales bancos centrales advierten de los riesgos que enfrenta la recuperación económica, a pesar de los avances en el ámbito clínico.

En un panel virtual llevado a cabo a mediados de la presente semana, Christine Lagarde (BCE), Jerome Powell (FED) y Andrew Bailey (BoE) coincidieron en que, a pesar de las buenas noticias en el ámbito de los prototipos de vacuna, ello no es suficiente para poner fin a los desafíos económicos creados por la pandemia. Powell remarcó que la economía continua en una senda de sólida recuperación, pero que el principal riesgo proviene de la propagación de la enfermedad. La autoridad acotó que aún es demasiado pronto como para evaluar con confianza las implicaciones de las noticias recientes en el rumbo de la economía, especialmente a corto plazo, notando que, con el virus ahora propagándose, los próximos meses podrían ser un desafío. Frente a ello, reiteró su opinión de que es probable que la FED y el Congreso tengan que hacer más para ayudar a la economía.  Powell indicó que a pesar de que es probable que la tasa de desempleo se reduzca aún más, algunos trabajadores seguirán necesitando ayuda para encontrar trabajo, reafirmando su preocupación del daño que la pandemia provoque sobre la capacidad productiva de largo plazo.  En tanto, el presidente de la FED de Dallas, Robert Kaplan, indicó que el resurgimiento del virus amenaza el desempeño de la economía en los próximos trimestres, aunque acotó que la economía es probable que tenga una fuerte recuperación en la segunda mitad de 2021. Adicionalmente, Kaplan dijo que el apoyo adicional de la política fiscal sería útil, especialmente para los trabajadores desempleados y las pequeñas empresas.

La probabilidad de un paquete de apoyo fiscal en el corto plazo se sigue viendo remota, mientras que aumenta el riesgo de un cierre del gobierno.

Trascendió a mediados de la semana que la administración Trump se estaría retirando de las negociaciones en torno al nuevo plan de estímulo fiscal y dejando al líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConell, a cargo de las conversaciones con Nancy Pelosi. En este contexto, el presidente electo, Joe Biden, habría conversado con Pelosi y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, respecto a la necesidad urgente de proveer recursos para enfrentar la pandemia, incluyendo ayudas a los gobiernos estatales y locales antes de fin de año. Si bien no habrían mencionados montos, Pelosi y Schumer reiteraron su apoyo a un plan de US$2,4 trillones. Sin embargo, dicho monto se encuentra muy alejado al propuesto por los republicanos. Ello deja muy remota la probabilidad de un acuerdo antes de fin de año.  Adicionalmente, republicanos y demócratas tienen que enfocar parte de sus esfuerzos en un acuerdo para evitar el cierre del gobierno. Respecto a ello, Mitch McConell presentó 12 proyectos de ley para financiar al gobierno hasta septiembre de 2021, lo que constituye el primer paso para iniciar las negociaciones con los demócratas que serán claves para evitar un cierre del gobierno el próximo mes. De hecho, la denominada resolución continua implementada a fines de 2019 vence el 11 de diciembre. Ello, además, se da en un contexto en que la actual administración no estará del mejor ánimo en la búsqueda de soluciones luego de la derrota en la elección presidencial.

El presidente Trump prohibió inversiones en empresas controladas por militares en China. 

El presidente Trump firmó una orden ejecutiva que prohíbe las inversiones estadounidenses en empresas chinas propiedad o controladas por el ejército. En particular, se prohíbe a las firmas de inversión y fondos de pensiones comprar y vender acciones de 20 compañías chinas denominadas por el Pentágono como vinculadas con el ejército chino en junio, así como otras 11 compañías incluidas en la lista durante agosto. Ello sugiere que las tensiones en las relaciones entre China y EE.UU. continuarán siendo inestables, al menos hasta el cambio de administración. De hecho, sigue plenamente abierta la posibilidad de nuevas medidas en contra de China, que podrían incluir trabas comerciales adicionales, avanzar en la exclusión forzosa de algunas empresas chinas de las bolsas de valores de EE.UU. y nuevas sanciones a funcionarios chinos. En tanto, otro potencial flanco de nuevos conflictos podría venir de represalias luego de que la Unión Europea implementara aranceles sobre productos estadounidenses por un valor de US$ 4.000 millones en el marco de la disputa sobre ayuda ilegal a los fabricantes de aviones Boeing y Airbus.

ZONA EURO

EL AVANCE DEL VIRUS INTERRUMPE LA RECUPERACIÓN

Se confirmó la fuerte recuperación de la actividad durante el tercer trimestre.   

La segunda publicación de cuentas nacionales correspondiente al tercer trimestre reveló que la actividad regional registró un crecimiento trimestral de 12,6%, lo que equivale a un ritmo anualizado de 60,8%, resultado ligeramente menor al indicado en el reporte adelantado. Ello fue consecuencia de la flexibilización de las medidas de control sanitario implementadas para contener la propagación del virus, la reapertura de los negocios, el retorno de los consumidores a los centros de compra y el impacto de las medidas de apoyo, factores que permitieron a la economía recuperar parte de las violentas caídas registradas en la primera mitad del año. En todo caso, el volumen de actividad en los tres meses terminados en septiembre se situó un 4,3% por debajo del nivel registrado en el último cuarto de 2019, antes del inicio de la crisis sanitaria. En términos interanuales el PIB regional se contrajo un 4,3% en el tercer trimestre, caída inferior al -14,8% del trimestre previo.

La confianza empresarial en Alemania cayó por segundo mes consecutivo, reflejando la mayor preocupación por la aceleración de la segunda ola de contagios. 

El indicador de confianza empresarial alemana elaborada por el instituto ZEW perdió 17,1pts en su registro de octubre, llegando a los 39pts en noviembre. Ello, luego de alcanzar en septiembre último su nivel más alto en un poco más de 20 años. El reporte revela que los expertos financieros, a quienes va dirigida la encuesta, manifestaron una mayor preocupación por la aceleración en la velocidad de contagio y la posibilidad de implementación de medidas de confinamiento. Adicionalmente, hay una preocupación creciente de que la economía ingrese a una nueva fase recesiva. De hecho, la evaluación de las condiciones actuales de la economía de Alemania cayó 4,8pts en noviembre, situándose en -64,3pts.

La recuperación de la industria se interrumpe y sus perspectivas son ahora más inciertas. 

El indicador de actividad industrial de la Zona Euro registró en el mes de septiembre una caída mensual de 0,4%, resultado que decepcionó al mercado e interrumpió el proceso de recuperación. A nivel de sus componentes, ello fue principalmente consecuencia de una fuerte caída en la producción de bienes de consumo durable (-5,3% m/m) y de energía (-1,0% m/m). En tanto, desde la óptica de los principales países de la región, notamos el fuerte retroceso en Italia (-5,6%), resultado relacionado con la implementación de medidas restrictivas para contener la propagación del virus. Hacia delante, si bien el PMI Manufacturero emitió una señal expansiva en octubre, las perspectivas para el sector industrial se han tornado más incierta como consecuencia del avance del virus y las medidas de confinamiento implementadas en las últimas semanas. Cabe destacar que la recuperación del sector industrial de los últimos meses no fue suficiente para alcanzar los niveles previos al inicio de la crisis sanitaria.

El Banco Central Europeo (BCE) mantiene su preocupación por el impacto de la mayor propagación del virus y deja abierta la opción de potenciar su estímulo.

En el foro económico de los principales bancos centrales, Christine Lagarde, presidenta del BCE, advirtió que la región podría enfrentar ciclos recurrentes de propagación del virus y restricciones cada vez más estrictas hasta que se logre una inmunidad universal, acotando que, dado ello, la recuperación podría no ser lineal, sino más bien inestable, intermitente y determinada por el ritmo de la vacuna. Lagarde enfatizó de la necesidad de un mayor estímulo fiscal, notando que la información respecto a los planes presupuestarios sugiere que el apoyo fiscal el próximo año será significativo y muy similar al de este año. En el ámbito monetario, Lagarde insinuó un mayor estímulo, notando que los gobernadores del banco se centrarán en la compra de bonos (PEPP) y préstamos a largo plazo (TLTRO) para su próxima ola de estímulo, descartando así un posible recorte en las tasas de interés de referencia. Lagarde indicó que, si bien todas las opciones están sobre la mesa, los programas PEPP y TLTRO han demostrado su eficacia y que, por lo tanto, es probable que sigan siendo las principales herramientas.

INGLATERRA

La economía experimentó un sólido repunte en el tercer trimestre. Sin embargo, la reimposición de restricciones podría interrumpir la recuperación. 

La actividad económica en UK registró un crecimiento trimestral de 15,5% en el tercer cuarto del año, cifra equivalente a un ritmo anualizado de 78,0%, recuperando parte de las violentas caídas registradas en los dos trimestres previos. Ello fue consecuencia de la flexibilización de las medidas de control sanitario implementadas para contener la propagación del virus y las medidas de apoyo implementadas. A pesar del vigoroso crecimiento, el volumen de actividad alcanzado en los tres meses terminados en septiembre se situó cerca de un 10% por debajo del previo al inicio de la pandemia. De hecho, en términos interanuales, la economía se contrajo un 9,3% en el período.  Sin perjuicio del robusto avance de la economía, las perspectivas de corto plazo se han deteriorado rápidamente, siendo ello consecuencia de la aceleración en el ritmo de contagio y la implementación de nuevas medidas sanitarias. En relación con ello, Inglaterra se encuentra en un período de cuarentena parcial por un mes, al menos hasta el 2 de diciembre. Adicionalmente, la fecha límite para que UK y la UE alcancen un acuerdo se acerca estrepitosamente y aún no hay claridad de si las partes lograrán su objetivo. Un Brexit sin acuerdo podría provocar nuevos trastornos económicos. Frente a ello, es altamente probable que la economía se contraiga en el último cuarto del año.