El Gobierno Anunció un Paquete de Medidas de “Apoyo” Valorado en US$ 2.000 millones (0,7% del PIB)

Con el propósito de mitigar el impacto de la inflación y el debilitamiento de la economía sobre las familias, el empleo y el crecimiento económico, el gobierno anunció las siguientes medidas:

  1. El Aporte Familiar Permanente (“bono marzo”) se duplicará en 2023.
  2. Se crea el “Bolsillo Familiar Electrónico”, que consistirá en una transferencia estatal de $ 13.500 mensuales por carga a través de la cuenta RUT.
  3. Se incrementa de forma permanente en un 20% el monto de la Asignación Familiar (AF) y del Subsidio Único Familiar (SUF).
  4. Se ampliarán los convenios directos con las cadenas de farmacias, lo que permitirá aumentar de 2.700 a 6.900 medicamentos con descuentos, cuyo valor se reducirá en un 32% promedio.
  5. Se ampliará el Programa de Alimentación Escolar (PAE) y se aumentará en $ 5 mil la Beca de Alimentación para la Educación Superior (BAES).
  6. Se extenderá al primer semestre de 2023 la postulación al IFE Laboral y el Subsidio Protege.
  7. Se implementará un programa de garantías especiales estatales de $50 mil millones para créditos en la construcció. Este fondo funcionará de forma similar al Fogape.

Para comprender los potenciales efectos macroeconómicos de las medidas anunciadas, debemos partir de la base que actualmente la economía chilena presenta 3 graves desequilibrios macro: alta Inflación, elevado déficit fiscal y un gran déficit en cuenta corriente. Estos 3 desequilibrios tienen un origen común: exceso de gasto. Dado ello, la única forma real de corregir los mencionados desequilibrios es a través de una reducción del gasto agregado, lo que, con una muy alta probabilidad provocará una recesión. De hecho, en 2022 dicho proceso de ajuste ya comenzó y es muy probable que en el 4T22 hayamos entrado a una recesión técnica.

Cualquier intento de mitigar los efectos del ajuste sobre el gasto de las familias iría en contra del objetivo de corregir los desequilibrios macro que en la actualidad presenta la economía nacional. En qué medida se retardan o se revierten los ajustes perseguidos es incierto, ya que dependerá de cómo se financia el paquete de ayuda (mediante reasignaciones presupuestarias o mediante incrementos del gasto público), lo que todavía no se conoce.

Dicho lo anterior, cabe agregar que, si bien no es deseable mitigar o, mucho menos aún, impedir el ajuste macro en curso, sí es posible redistribuir la carga de los impactos negativos asociados a él. De esta forma, considerando que gran parte de las medidas anunciadas van focalizadas a favor de grupos de bajos ingresos, si su financiamiento proviene de programas mal focalizados, de impuestos progresivos o de programas enfocados en inversión, se podría lograr la mencionada redistribución de la carga sin dañar en forma significativa la efectividad del ajuste. Desgraciadamente, como desgraciadamente casi nunca se puede disfrutar de un “almuerzo gratis”, mayores impuestos o cancelación de proyectos de inversión afectarían negativamente el crecimiento de largo plazo.

La Inflación Retomó el Camino Descendente

En diciembre, la tasa de inflación mensual fue de un 0,3%, cifra inferior a nuestra proyección de 0,4%. Con ello, la tasa acumulada en 12 meses, que en este caso coincide con el cierre anual del 2022, cayó a 12,8%, desde el 13,3% de noviembre.

Gráfico N° 19: Inflación Año Móvil

Si bien lo anterior constituye una buena noticia, no debemos saltar a conclusiones apresuradas. Esto, ya que la medida de inflación subyacente que excluye los precios volátiles todavía no muestra un cambio de tenencia contundente, por lo que gran parte de lo que hemos visto en los últimos 4 meses se explica por dicha volatilidad.

Gráfico N° 20: Inflación Sin Volátiles

Dado lo anterior, mantenemos inalterada nuestra proyección de inflación para el presente año en un 5,0%. Del mismo modo, por ahora mantenemos sin cambio nuestro escenario de política monetaria, según el cual el BC comenzaría a rebajar su TPM a partir de julio, terminando el 2023 en un 9,0%. A partir de este marco, estimamos que las tasas de BCPs y BCUs actualmente se encuentran entre 40 y 90 pb por debajo de sus respectivos niveles de equilibrio.

El Tipo de Cambio se Mueve en Dirección a un Nuevo Rango de Fluctuación

Tal como ocurrió en julio pasado, el mes de diciembre constituyo un período de transición entre los 2 regímenes de tipo de cambio que se observaron en 2022. Sin embargo, en esta ocasión, el movimiento fue a la inversa, en dirección al rango de los $800 – $850 que prevaleció durante los primeros 5 meses del año pasado.

Los factores que explican el movimiento descrito son los siguientes:

  1. Debilitamiento del dólar en los mercados internacionales.
  2. Favorables expectativas (no del todo fundadas) respecto a la evolución de la economía china, lo que ha redundado en un alza del precio del cobre.
  3. Una fuerte caída en la percepción de riesgo político a nivel local, luego del resultado del plebiscito del 4 de septiembre, lo que se vio reforzado por el acuerdo constitucional en diciembre.

Gráfico N° 21: Tipo de Cambio

En las próximas semanas, esperamos que el tipo de cambio busque consolidar el nuevo equilibrio, a la espera de nueva información. Posteriormente, su evolución dependerá de lo que ocurra con los 3 factores clave antes mencionados:

  1. El valor del dólar a nivel internacional esperamos que de debilite entre un 5% y un 10% en un contexto de moderación inflacionaria y recesión. Ello continuaría poniendo una fuerte presión bajista sobre el tipo de cambio local.
  2. La eventual recuperación de la economía china y su efecto sobre los precios de los commodities. En este ámbito, seguimos pensando que la visión actual del mercado es excesivamente optimista, por lo que el efecto bajista reciente podría revertirse con fuerza en los próximos meses.
  3. Lo mismo ocurre con la percepción de riesgo político en el ámbito local.

Dado lo anterior, seguimos pensando que existen 2 equilibrios ($825 y $920), entre los cuales el tipo de cambio se moverá durante el presente año, continuando con la extrema volatilidad observada en los 4 años previos.