ECONOMÍA CHILENA
El balance de las cifras de actividad sectorial correspondiente a enero fue más débil que el anticipado.
El indicador de producción industrial (manufactura, minería y electricidad, gas y agua) registró en enero una contracción anual de 1,1%, en el periodo, mientras que en términos secuenciales el índice corregido por factores estacionales y días hábiles se contrajo también un 1,1%. Dicho desempeño fue principalmente consecuencia de una caída de 6,3% en la producción minera, resultante de un menor tratamiento de mineral, alcanzado uno de sus niveles más bajos de los últimos casi cuatro años. Por su parte, la producción de electricidad, gas y agua experimentó un avance de 3,1%, debido a una mayor contribución de su componente de electricidad, mientras que la actividad manufacturera creció un 2,6% en enero en relación con similar mes de 2021. Esto último, en gran medida, fue el resultado de un mayor dinamismo en fabricación de sustancias y productos químicos (alza en la demanda externa y mayor disponibilidad de materia prima), a lo que se sumó el aporte de fabricación de maquinaria y equipo (mayores pedios desde el sector minero). En contraste, la principal incidencia negativa fue fabricación de papel y productos de papel (paralización programada de una planta).
Gráfico N° 6: Producción Minera
El desempeño de la economía al inicio de 2022 fue más débil que el anticipado por el mercado.
En línea con el desempeño de los indicadores parciales, el IMACEC registró un crecimiento anual de 9,0% en enero, levemente por sobre nuestra proyección (8,7%) y por debajo de la del mercado (10,2%). Con ello, no sólo se confirma la desaceleración de la economía, sino que, además, se encadenan dos meses consecutivos de caídas en el nivel de actividad. Respecto a ello, el IMACEC corregido por factores estacionales y días hábiles registró en enero de 2022 una contracción cercana a un 1,0% respecto a su nivel alcanzado en diciembre, Ello fue consecuencia de una nueva caída (-0,8% m/m) en el componente minero del IMACEC. En todo caso, más allá de la volatilidad mes a mes en la actividad minera, en términos tendenciales se aprecia un virtual estancamiento desde el 2014. Por su parte, el componente no minero del IMACEC registró una leve contracción, como resultados de caídas en la industria, comercio y resto de bienes, En contraste, servicios volvió a avanzar en enero, fortaleciendo nuestra visión respecto a que esta agrupación será la principal fuente de crecimiento de la economía en el 2022.
Con todo, a partir de la información reciente, mantenemos inalterada nuestra estimación de un crecimiento económico de 0,5% el presente año.
Gráfico N° 7: IMACEC
El consumo se debilita y se refuerzan las débiles perspectivas para la inversión.
El indicador de actividad del comercio al por menor, uno de los principales termómetros del consumo privado, registró en enero un crecimiento anual de 14,2%, similar al desempeño del mes previo. Sin embargo, a partir de cifras corregidas por factores estacionales, el comercio se contrajo en enero un 1,4% en relación con el mes previo, acumulando una caída de 5,8% en los últimos tres meses. A nuestro juicio, ello refleja el hecho que los factores que impulsaron la explosión del consumo (masivas transferencias fiscales y el retiro de fondos previsionales), están comenzando a disiparse. Por su parte, el indicador de confianza de los consumidores (IPEC) sufrió una fuerte caída en su registro de febrero, mientras que los salarios reales se contrajeron al cierre de 2021. Respecto a ello, si bien los salarios nominales crecieron con fuerza, el impacto sobre el poder adquisitivo de los hogares fue más que compensado por la aceleración de la inflación.
Gráfico N° 8: Confianza de los Consumidores
En relación con la inversión, las cifras publicadas en los últimos días configuran un panorama de debilidad. En este sentido, el índice de confianza empresarial (IMCE) sin el componente de minería cayó en febrero por debajo del umbral de 50 unidades, destacando la señal contractiva del componente relacionado con el sector de la construcción. Por su parte, los permisos de edificación, tanto en su componente de vivienda como no vivienda, se mantienen en niveles bajos.
Gráfico N° 9: Confianza Sector Construcción
Las condiciones del mercado laboral siguen siendo extremadamente débiles.
En el trimestre terminado en enero la tasa de desempleo aumentó en una décima respecto al trimestre móvil anterior, quedando en un 7,3%, su segundo registro más bajo desde en enero de 2020. En tanto, la economía generó sólo 6 mil puestos de trabajo en los tres meses terminados en enero, muy inferior al ritmo observado en los siete meses previos. Con ello, el nivel de ocupados se situó cerca de 438 mil empleos por debajo de su nivel previo al inicio de la crisis sanitaria y poco menos de 800 mil empleos por debajo de la cifra que considera además el crecimiento tendencial del empleo desde 2019. Por su parte, sigue sorprendió la lentitud con la cual se recupera la fuerza de trabajo, la cual, en términos de niveles se encuentra 470 mil personas por debajo del máximo observado antes del inicio de la pandemia. Finalmente, la tasa de desempleo en su medida más amplia, incluyendo la categoría de inactivos potencialmente activos, llegó a un 15,4% en los tres meses terminados en enero.
Gráfico N° 10: Nivel de Ocupados