ECONOMÍA CHILENA
El Banco Central (BC) reafirma su compromiso contra la inflación, decretando la mayor alza de la TPM en 20 años.
El Consejo del BC decretó un alza de 125pb en la tasa de política monetaria, llevándola a un 2,75%, su nivel más alto desde mediados de 2019. En el comunicado adjunto a la decisión, el BC señaló, respecto al entorno externo, que las perspectivas de crecimiento mundial se han moderado, mientras que la inflación ha continuado avanzando. Frente a ello, varios bancos centrales moderaron su expansividad monetaria. En este contexto se observó un aumento en las tasas de interés, un debilitamiento de un número importante de monedas frente al dólar y movimientos dispares en los mercados bursátiles.
En el ámbito local, el BC reafirmó que el sobre castigo a los activos locales (alza en las tasas de interés, debilitamiento del peso y caída del mercado accionario local) responde a factores idiosincráticos, en especial “el cambio en las perspectivas para la inflación y la incertidumbre sobre temas político-legislativos”. En actividad, el BC confirma la sólida recuperación de la economía, destacando el dinamismo del comercio y la recuperación de las actividades de servicios, Sin embargo, advierte que para los años 2022 y 2023, el desempeño esperado de la economía se redujo de forma importante, a cifras del orden de 2% en cada uno. En materia de precios, el BC reconoce el deterioro de la situación inflacionaria, reflejando “…las presiones inflacionarias por el lado de la demanda y los costos, así como la significativa depreciación del peso”. Además, advirtió del incremento en las expectativas de corto plazo y el alza en las estimaciones de inflación a 2 años, las cuales permanecen por sobre el 3,0%.
De acuerdo con la evaluación del BC, “La evolución del escenario macroeconómico ha aumentado los riesgos para la convergencia de la inflación a la meta de 3% dentro del horizonte de política”, destacando el deterioro en las perspectivas de inflación subyacente y el aumento en las expectativas de inflación de mediano plazo. Frente a ello, el BC decidió adelantar el retiro de estímulo monetario, anticipando que la TPM se ubicará en su nivel neutral antes de lo previsto, lo que sugiere nuevas alzas en el corto plazo, aunque advierte que su trayectoria será evaluada en el IPoM próximo. Ello, en todo caso, pensamos hace referencia a la magnitud de las siguientes alzas.
Finalmente, el Consejo anunció su decisión de suspender su programa de compra de dólares, argumentando para ello la evolución reciente del mercado financiero y el nivel de reservas internacionales ya alcanzado.
A pesar de las advertencias del presidente del BC respecto a los daños provocados por el cuarto retiro, el proyecto avanza y la probabilidad de que finalmente se apruebe es alta.
A principios de esta semana, el presidente del BC, Mario Marcel, expuso en la Comisión de Constitución del Senado, insistiendo en los efectos negativos en la actividad económica que tendría un cuarto retiro de fondos previsionales. Marcel señaló que la aprobación de una iniciativa de este tipo tendrá un alto costo para el Fisco y para la vida de las personas, acotando que “sus efectos pueden no ser lineales, acumulativos y crecientemente irreversibles”. Marcel señaló que los beneficios se van reduciendo, mientras que los costos se van elevando, en la medida que estos van presionando a la inflación y se eleva el riesgo de disrupciones en el mercado financiero. Adicionalmente, estimó que el retiro va a tener un costo para el fisco, a través del beneficio tributario de US$700 millones para las personas que deberían pagar impuestos. Sin embargo, y a pesar de la evidencia contundente respecto a los impactos de los retiros previos, Marcel se ganó sendas críticas por parte de varios senadores, lo que indica que la probabilidad de que el cuarto retiro se apruebe sigue siendo alta.