Autoridades de EE.UU. y Europa han acusado a China por supuestos problemas de “exceso de capacidad” en distintos segmentos, incluyendo la fabricación de vehículos eléctricos y paneles solares. En esta línea, un reciente informe de Economist Intelligence Unit (EIU) reveló que el exceso de capacidad habría llegado a su punto máximo y predijo que las tensiones comerciales persistirán. Ello se suma al debate en relación con la idea de que la industria china está experimentando un exceso de capacidad inusual.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, expresó preocupación ante el hecho de que los subsidios chinos estén creando un exceso de suministro de productos de energía limpia, como paneles solares y vehículos eléctricos, que superaría la demanda nacional. La preocupación radica en que el exceso de capacidad pueda reflejarse en los mercados globales en forma de precios artificialmente más baratos. En este contexto, el presidente Biden reafirmó las recientes advertencias sobre las prácticas comerciales de chinas, señalando que está preparado para triplicar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio de China desde el 7,5% actual. En tanto, su rival, Donald Trump, promueve la idea de implementar tarifas de hasta un 60% sobre los productos chinos.