ESTADOS UNIDOS
Los indicadores de expectativas siguen mejorando, anticipando un sólido crecimiento de la economía.
El indicador de confianza de los consumidores elaborado por el Conference Board, llegó en su registro de marzo a los 109,7pts, muy por sobre el dato de febrero y la cifra esperada por el mercado. De hecho, el nivel anotado fue el más alto desde abril de 2020. El reporte reveló que el componente de condiciones actuales, basado en la evaluación de los consumidores de condiciones comerciales y laborales actuales, subió de 89,6pts a 110pts, mientras que el índice de expectativas, el cual mide las perspectivas respecto a las condiciones de ingresos, negocios y mercado laboral, también mejoró, de 90,9pts en febrero a 109,6pts en marzo, fuertes alzas que sugieren un elevado crecimiento del consumo.
Gráfico N° 2: Confianza Consumidores

Por su parte, el ISM del Sector Manufacturero llegó en marzo a los 64,7pts, marcando con ello un máximo histórico. Desde la óptica de sus componentes, se aprecian mejoras generalizadas, destacando las alzas en Producción, Nuevas Órdenes y Empleo. En tanto, el componente de precios llegó a los 85,6pts, cifra que, a pesar de ser ligeramente inferior al dato del mes previo, es muy elevada y da cuenta de los mayores precios de las materias primas. El informe reveló que, si bien los encuestados manifestaron un mayor optimismo, advirtieron también su preocupación por los mayores costos de los materiales, escasez de mano obra y disrupciones en las cadenas de suministro.
Gráfico N° 3: ISM Manufacturero

El presidente Biden presentó un ambicioso plan de infraestructura.
A mediados de la presente semana, el presidente Biden presentó los detalles de su plan de inversión en infraestructura a 8 años valorado en cerca de US$2,25 trillones. Dicha propuesta incluye US$620 billones para el sector transporte, segmento que considera mejoras en puentes, carreteras y caminos. A ello se suma cerca de US$650 billones para iniciativas relacionadas con mejoras a la calidad de vida de los hogares, considerando iniciativas de agua potable y banda ancha de alta velocidad. En tanto, se estima cerca de US$580 billones en proyectos para fortalecer al sector manufacturero, incluyendo US$180 billones en programas de investigación y desarrollo. Adicionalmente, el plan considera un fortalecimiento de la red eléctrica e incentivos a la generación de energía renovable. Además, se crearían 10 instalaciones de captura de carbono y se incluiría un monto relevante para eliminar las tuberías de plomo en todo el país, mejorar el sistema de aguas y el manejo de aguas residuales y de pozos rurales.
Desde la óptica del financiamiento de la iniciativa, se propone paralelamente un alza en la tasa de impuesto corporativo, desde un 21,0% a un 28%. Además, se implementaría un impuesto mínimo del 15% sobre las ganancias de una corporación para propósitos de informes financieros, con el fin de evitar que las empresas acumulen exenciones fiscales y reduzcan a cero el pago fiscal. Adicionalmente, se impondría un impuesto mínimo sobre las ganancias que las corporaciones estadounidenses obtienen en el extranjero, aumentando la tasa al 21% desde aproximadamente el 13%. También se incluyen varias medidas que penalizarían a las empresas que trasladan activos y puestos de trabajo al extranjero. Finalmente, se eliminarían todas las exenciones fiscales para la industria del petróleo y el gas, así como se exigiría a las empresas que contaminan pagar a un fondo para cubrir el costo de la limpieza relacionada con el combustible.
En todo caso, cabe destacar que el plan probablemente enfrentará un camino difícil en el Congreso, dada la complejidad que tendrá la Casa Blanca en convencer a Republicanos y a un segmento de demócratas moderados y progresistas.
En la presentación del paquete, Biden deslizó también una posible nueva ronda de medidas de apoyo fiscal, las que podrían anunciarse a mediados de abril. Dichas medidas se centrarían en cómo ayudar a las familias con los desafíos luego de la pandemia, en particular con los costos de atención médica, cuidado infantil y educación.
Los reguladores sugieren un mayor escrutinio sobre los fondos de cobertura (Hedge Funds).
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló a mediados de la semana que el Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera (FSOC) reactivó un grupo de trabajo enfocado en los fondos de cobertura para que las agencias puedan compartir información, identificar riesgos y trabajar para fortalecer el sistema financiero. Yellen indicó que el consejo fue informado sobre el desempeño de los fondos durante la crisis sanitaria y acotó que el mayor apalancamiento de algunos fondos puede amplificar el estrés en los mercados financieros. Por otra parte, Yellen señaló que el consejo estaba también estudiando nuevas reglas para el mercado de fondos mutuos money market y que profundizaría en los temas relacionados con el cambio climático.
ZONA EURO
Moderada aceleración de la inflación.
De acuerdo con la estimación preliminar de Eurostat, la variación anual del IPC habría llegado a un 1,3% en el mes de marzo, cifra que validó las expectativas del mercado y fue la más alta desde enero de 2020. En buena medida, dicha aceleración fue consecuencia del fuerte aumento en el componente de energía, cuya tasa de variación anual pasó de un -1,7% a un 4,3%. En línea con ello, la medida de inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles, habría llegado a un 0,9% en marzo, dos décimas menos que el dato del mes previo y que lo esperado por el mercado. Además, se sitúa aún muy por debajo de la meta de la Banco Central Europeo (BCE). Ello sugiere que las presiones inflacionarias siguen contenidas y que el BCE tiene aún la holgura suficiente para mantener su postura fuertemente acomodaticia.
Gráfico N° 4: Inflación Anual

El optimismo a escala empresarial mejora y sugiere una sólida recuperación en la segunda mitad del año.
El indicador de sentimiento económico de la Zona Euro publicado por la Comisión Europea (CE) alcanzó en el mes de marzo los 101pts, resultado que superó ampliamente las expectativas del mercado. Con ello, dicho índice alcanzó su nivel más alto desde marzo de 2020 y se ubica sólo levemente por debajo de los valores observados antes del inicio de la crisis sanitaria. Dicho avance pensamos da cuenta de las mejores perspectivas a nivel global, los progresos en el proceso de vacunación y las medidas adicionales de apoyo fiscal en varios países.
Gráfico N° 5: Sentimiento Económico

En la misma línea, el PMI Manufacturero llegó a los 62,5pts en su registro definitivo de marzo, alcanzando con ello su nivel histórico más alto y configurando un panorama favorable para el sector. A su vez, las cifras muestran alzas generalizadas y niveles elevados en Alemania (66,6pts), Italia (59,8pts), Francia (59,3pts) y España (56,9pts).
Gráfico N° 6: PMI Manufacturero

Sin perjuicio de las buenas señales anteriores, la economía de la ZE enfrenta aún desafíos relevantes. En particular, las restricciones a la movilidad se han extendido y en algunos casos acentuado, el avance de la campaña de vacunación es aún insatisfactorio y el despliegue del fondo de recuperación está siendo más lento del anticipado.
La Corte Constitucional alemana bloqueo, al menos por ahora, el fondo de recuperación.
Luego del fallo de mayo de 2020 que amenazó la participación del Banco Central de Alemania (Bundesbank) en el programa de compra de activos del BCE, el tribunal pone ahora en riesgo la aprobación del fondo de recuperación por US$750 billones. La Corte Constitucional Federal de Alemania detuvo el proceso de ratificación de la denominada “Decisión de Recursos Propios”, instrumento legislativo a través del cual se permitía a la Comisión Europea (CE) emitir deuda en los mercados de capitales y reembolsarlo en las próximas décadas. El tribunal impidió la ratificatoria para examinar primero una apelación de emergencia presentada por el partido Alternativa para Alemania (AfD) y un grupo cívico, quienes argumentaron que el fondo de recuperación viola los tratados de la UE. A partir de ello, no hay claridad de cuánto tiempo tardará el tribunal para tomar una decisión, lo que tiene el potencial de hacer fracasar el calendario de la CE. En todo caso, por el momento el proceso está en suspenso y la incertidumbre respecto al despliegue del fondo se ha incrementado.
La crisis sanitaria impactó fuertemente en las cuentas fiscales italianas.
Trascendió que cuando el primer ministro italiano, Mario Dragui, haga su presentación a mediados del mes de abril para fijar sus objetivos fiscales, estimaría un déficit fiscal cercano al 10,0% el 2021, cifra similar a la del 2020. Ello sería consecuencia del impacto asociado a las medidas de apoyo para mitigar los efectos de la crisis sanitaria y la caída de los ingresos resultantes de la violenta contracción de la actividad. Lo anterior, además, gatillaría un fuerte aumento en la deuda pública, estimando que alcanzaría el 159% del PIB a fines del presente año. Dichas cifras, aun no confirmadas, superan las estimaciones presentadas en octubre pasado, de un déficit de 7,0% del PIB y un endeudamiento cercano al 156% del PIB.