ESTADOS UNIDOS
A pesa de alguna moderación, los indicadores líderes a nivel sectorial siguen mandando señales positivas.
El ISM del Sector Manufacturero avanzó 1,2pts en su registro de febrero, alcanzando los 60,8pts. Con ello, anotó su nivel más alto desde mediados de 2004. Desde la óptica de sus componentes, se aprecian mejoras generalizadas, destacando las alzas en Producción, Nuevas Órdenes y Empleo. En tanto, el componente de precios llegó a los 86pts, con lo cual completa nueve meses de alzas y da cuenta de los mayores precios de las materias primas. Con ello, el índice de precios llegó a su lectura más alta desde 2008. El informe reveló que, si bien los encuestados manifestaron un mayor optimismo, advirtieron también de su preocupación por los mayores costos de los materiales, escasez de mano obra y disrupciones en las cadenas de insumos y distribución.
Gráfico N° 3: Indicadores Líderes Sectoriales

Por su parte, el ISM del Sector Servicios cayó inesperadamente en febrero, alcanzando los 55,3pts. Ello, luego de anotar el mes previo su mejor resultado en dos años. El reporte reveló que el menor optimismo respondió a los grandes desafíos logísticos que enfrentan las empresas, los mayores costos de los insumos, escasez de materiales y el impacto del clima invernal severo sobre la cadena de suministros. En todo caso, el nivel alcanzando en febrero supera aún el umbral de los 50pts y da cuenta del optimismo de las firmas respecto a las condiciones de sus negocios y a la recuperación de la economía.
Confirmando el sólido inicio de año, el empleo repuntó con más fuerza de la esperada.
En febrero, la economía creó 379 mil puestos de trabajo, cifra que duplicó las expectativas del mercado y fue consecuencia de un notable avance en el sector privado. A nivel de las principales agrupaciones económicas, la principal contribución provino de las firmas proveedoras de servicios, especialmente en servicios de alojamiento y alimentación. Ello, dando cuenta de la flexibilización de las restricciones tras la caída en la velocidad de avance del virus y el progreso en el proceso de vacunación. Por su parte, la tasa de desempleo se redujo en una décima, llegando a un 6,2%, mientras la tasa de participación se mantuvo estable. En todo caso, cabe notar que el nivel de ocupación de febrero aún se sitúa 9,4 millones por debajo del nivel previo al inicio de la crisis sanitaria.
Gráfico N° 4: Nivel de Ocupación

(Miles)
La Reserva Federal (FED) identifica un mayor optimismo en el círculo empresarial como consecuencia de los avances en el proceso de vacunación.
El “Libro Beige” de la FED caracterizó a la evolución de la economía durante los primeros dos meses del año como “expansión modesta”, aunque notó que el sentimiento empresarial repuntó a medida que el avance en el proceso de vacunación reforzó las perspectivas de crecimiento. En línea con ello, destacó que las empresas se mantienen optimistas para los próximos 6 a 12 meses. En relación con el empleo, la mayoría de los distritos reportó alzas en los niveles de ocupación, aunque a un ritmo lento. Sin perjuicio de ello, los contactos de la FED indicaron que esperan mejoras adicionales en el corto plazo, mientras que estiman que los salarios seguirán aumentando. Finalmente, en materia de precios, el reporte señaló que los resultados son mixtos y en áreas en que se aprecia un alza en los costos de los insumos, ello fue atribuido a las disrupciones en la cadena de suministro y una demanda más robusta.
El Senado se encuentra en la última etapa de debate del plan de estímulo propuesto por Biden y aprobado en la Cámara de Representantes.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, había planeado iniciar el proceso de votación a mediados de la semana. Sin embargo, previamente solicitó una estimación oficial del monto involucrado en la última versión del proyecto de ley, el cual fue recortado en el Senado respecto al aprobado en la Cámara. Ello, luego de eliminar el aumento del salario mínimo para cumplir con las reglas del Senado y que Biden aceptara una focalización de las transferencias a los ciudadanos por US$1.400. Dado ello, una vez que la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) presente los cálculos, se daría inicio al debate final.
Las expectativas de inflación alcanzaron su mayor registro en casi una década.
Las tensiones y la mayor volatilidad en el mercado de renta fija continuaron durante la presente semana, apreciándose alzas generalizadas en las tasas de interés e incrementos en las expectativas de inflación. Respecto a esto último, la compensación inflacionaria a 5 años llegó a un 2,5% en el período, su registro más elevado en 10 años. Esto, a medida que los inversionistas se convencen de una aceleración en el crecimiento y la inflación, en un contexto de avance en el proceso de vacunación, un nuevo paquete de estímulo y cifras que confirman la recuperación de la economía.
Las tensiones en el mercado de renta fija se acentuaron a pesar del intento de Powell de contener los temores.
El presidente de la FED, Jerome Powell, señaló que la reciente escalada en las tasas de interés fue un fenómeno notable y que llamó la atención de la FED, advirtiendo de su preocupación ante condiciones desordenadas en los mercados o una persistente restricción en las condiciones financieras que amenace el logro de los objetivos. Powell indicó que la FED está monitoreando un rango de condiciones financieras y que, a partir de ello, concluyó que aún hay un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos.
Probablemente con el fin de tranquilizar a los inversionistas, Powell reiteró en varias oportunidades que la FED no estaba cerca de retirar su masivo apoyo a la economía, incluso cuando manifestó un mayor optimismo respecto a las perspectivas económicas y a la recuperación del mercado laboral. En materia de precios, Powell indicó que es más probable que la inflación se acelere el próximo año pero que no se mantenga elevada y “…ciertamente no se mantendrá hasta el punto en que mueva las expectativas de inflación materialmente por encima del 2%”.
A pesar de ello, tras el discurso de Powell, se reactivaron las tensiones en el mercado de renta fija, probablemente porque el mercado esperaba mayores detalles respecto a lo que la FED podría hacer para contener el alza en las tasas de interés.
La FED tiene que decidir en el corto plazo respecto a la extensión de la denominada SLR (Supplementary leverage ratio). Ello podría tener implicancias relevantes para el mercado de renta fija.
El índice SLR implementado en el marco de Basilea III se concibe como un respaldo a los requerimientos de capital ponderados por riesgo. El SLR requiere que los bancos grandes mantengan un capital equivalente al menos al 3% de sus activos y a un 5,0% en las instituciones financieras de importancia sistémica. Las autoridades reguladoras, entre ellas la FED, decidieron al inicio de la pandemia flexibilizar las reglas para mitigar el riesgo de que restricciones al balance puedan afectar el normal funcionamiento del mercado crediticio. En particular, la FED permitió a los bancos excluir transitoriamente del cálculo de activos para estimar el ratio SLR las tendencias de bonos del Tesoro y la caja mantenida como reserva en el banco central. Dicha medida expira a fines de marzo y la preocupación es que, si no se extiende la medida, los bancos deberán mantener más capital en contra de los bonos del Tesoro y los depósitos que mantienen en la FED. Ello podría llevar a los bancos a liquidar sus posiciones en bonos del Tesoro, reducir su demanda por esos activos y el financiamiento para que otros inversionistas compren bonos. Ello podría desembocar en una mayor volatilidad en el mercado de renta fija.
ZONA EURO
Débiles cifras acentúan el riesgo de una nueva contracción de la economía al inicio de 2021.
El índice de ventas del comercio minorista registró en el mes de enero una caída mensual de 5,9%, cifra muy inferior a la esperada por el mercado y sólo superada por los desplomes de marzo – abril de 2020 tras el inicio de la pandemia. Con ello, el volumen de actividad del comercio alcanzó su nivel más bajo en nueve meses y fue consecuencia del impacto asociado a las mayores restricciones a la movilidad implementadas para contener el avance del virus. En relación con el desempeño del comercio en los principales países que componen la ZE, las caídas fueron generalizadas, destacando los retrocesos en Francia (-9,9%m/m) y Alemania (-4,5%m/m). En lo inmediato, dada la extensión de las medidas de confinamiento, estimamos que la debilidad del sector continuó durante febrero.
Gráfico N° 5: Ventas del Comercio Minorista

Por su parte, el PMI Compuesto, uno de los principales indicadores anticipatorios de la actividad regional, llegó a los 48,8pts en su registro definitivo de febrero, cifra mejor a la esperada y superior al dato de enero. Sin embargo, se completan cuatro meses consecutivos en que el PMI se sitúa por debajo del umbral de las 50 unidades que define el límite entre expansión y contracción. Sin perjuicio de ello, se sigue apreciando una clara dicotomía entre sus dos componentes. El PMI Manufacturero llegó a los 57,9pts en febrero, su nivel más elevado desde principios de 2018, mientras que el PMI del Sector Servicios se situó en los 45,7pts. Ello deja en evidencia la mayor sensibilidad del sector a la pandemia y las restricciones. Los registros alcanzados en febrero sugieren un mayor riesgo de que la economía vuelva a contraerse en los primeros tres meses del año.
Gráfico N° 6: Indicadores Líderes Sectoriales

A pesar de la mayor preocupación por la escalada en las tasas de interés, el Banco Central Europeo (BCE) moderó su ritmo de compra de activos.
De acuerdo con la información publicada por el BCE, las compras brutas de activos en el marco de su programa de emergencia llegaron en la semana pasada a los €16 billones, lo cual constituye su menor ritmo en cuatro semanas. Ello se dio aún cuando las autoridades del BCE continuaron manifestando su preocupación por el impacto asociado a la escalada en las tasas de interés. En este sentido, Fabio Panetta, gobernador del BCE, señaló que el aumento reciente de las tasas no es bienvenido y debe ser resistido, acotando que se encuentran evaluando las condiciones del mercado y que, en función de ello, podrían intervenir y recalibrar el ritmo de compras. Estos comentarios vinieron días después que Francois Villeroy de Galhau, también gobernador del BCE, dijo que la institución puede y debe reaccionar frente a cualquier movimiento injustificado que amenace con retrasar la recuperación de la economía.
Sin embargo, está visión no es compartida por otros miembros del BCE. Así, Luis De Guindos, vicepresidente del BCE, señaló que es importante considerar que las tasas han aumentado de niveles muy bajos y que la situación está relativamente tranquila. En tanto, Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, indicó que los movimientos no son de tal magnitud que provoquen una particular preocupación, acotando, sin embargo, que el BCE está listo a modificar su programa de compra de activos de ser necesario. Weidmann además señaló que lo que se desea es preservar condiciones financieras favorables para el sistema no financiero, lo que implica que no es sólo mirar el costo de financiamiento de los gobiernos.
INGLATERRA
Violento deterioro de las cuentas fiscales y un nuevo paquete de estímulo
El saldo de las cuentas del sector público registró un déficit de £355 billones en el año fiscal 2020 – 2021, cifra equivalente a un 16,9% del PIB. Ello, en buena medida explicado por las medidas implementadas para apoyar a las empresas y hogares afectados por la crisis sanitaria. Paralelamente a la publicación de las cifras fiscales, Rishi Sunak, ministro de Hacienda de UK, se comprometió a hacer lo que sea necesario para apoyar a la economía en lo que señaló serían los últimos meses de restricciones. Entre las medidas se incluye la extensión hasta septiembre próximo del esquema de licencias, bajo el cual el gobierno asegura el 80% de los salarios de los empleados que no pueden trabajar. Adicionalmente, el plan incluye la extensión del crédito universal y la tasa reducida del IVA para los sectores turismo y hotelería. De acuerdo con estimaciones oficiales, el déficit del sector público llegaría a un 10,3% del PIB en el año fiscal 2021-2022 y a un 4,5% del PIB en el año fiscal 2022-2023.