ESTADOS UNIDOS
Se confirmó la sólida recuperación de la economía durante el tercer trimestre. La segunda publicación de cuentas nacionales reveló que la actividad económica (PIB) registró en los tres meses terminados en septiembre un crecimiento trimestral anualizado de 33,1%, validando así la cifra adelantada y marcando un hito histórico por la magnitud de la recuperación. En todo caso, dicho resultado vino luego del colapso de la economía como consecuencia de la crisis sanitaria y fue sustentado en el inicio del proceso de reapertura y el impacto de las medidas de apoyo. La apertura de las fuentes de crecimiento muestra recuperaciones fuertes y generalizadas, aunque destacamos los avances del consumo privado y la inversión residencial. En tanto, los inventarios se recuperaron luego de cuatro trimestres de desacumulación, mientras que la contribución de las exportaciones netas fue negativa como consecuencia de un violento crecimiento de las importaciones. En todo caso, cabe notar que el nivel de actividad alcanzando en el 3T20 aún se ubica un 3,5% por debajo del registrado en el 4T19, antes del inicio de la crisis sanitaria y es un 2,9% inferior al 3T19.
Sin embargo, el agravamiento de la crisis sanitaria moderará el crecimiento en la última parte del año. El gasto real de los hogares registró en el mes de octubre un crecimiento mensual de 0,5%, resultado que fue levemente mejor al esperado, sin perjuicio de lo cual da cuenta de su menor ritmo de crecimiento en seis meses. Dicha moderación sugiere una mayor cautela de los consumidores como consecuencia de la ausencia de un nuevo plan de apoyo fiscal, la aceleración en la velocidad de contagio, la implementación de nuevas medidas restrictivas y el agotamiento de varios programas de apoyo. De hecho, en el mismo período, el ingreso disponible cayó en buena medida como consecuencia de una reducción en las prestaciones suplementarias al seguro de desempleo. Es probable que la caída se intensifique en la última parte del año considerando que dos programas de subsidios al desempleo expirarán a fines de diciembre, afectando a cerca de 12 millones de personas. Consistente con lo anterior, la confianza de los consumidores se debilitó durante noviembre.
Por otra parte, las solicitudes de seguros de desempleo aumentaron en 30 mil durante la semana terminada el 21 de noviembre, llegando a 778 mil aplicaciones. Con ello, este indicador se deterioró por segunda semana consecutiva y da cuenta de nueva evidencia de una moderación del crecimiento económico en la última parte del año y de las condiciones aún frágiles del mercado laboral.
En contraste, las cifras del sector inmobiliario residencial siguen siendo muy positivas. Así, el flujo de ventas de viviendas nuevas alcanzó en octubre un ritmo anualizado de 999 mil unidades, nivel muy similar al registrado en los dos meses previos, los que además marcaron un máximo desde principios de 2007. Por su parte, la oferta de viviendas nuevas disponibles para la venta se mantuvo estable, mientras la relación de meses para agotar stocks llegó a 3,3 meses, su nivel más bajo de al menos los últimos 20 años. Ello deja en evidencia el dinamismo del sector, impulsado por niveles históricamente bajos en las tasas de interés de créditos hipotecarios y la mayor búsqueda de espacio. Otra buena noticia provino del repunte en las órdenes de bienes durables, sugiriendo que el sector manufacturero continuará aportando al crecimiento.
Si bien la Reserva Federal (FED) no dio indicios de un fortalecimiento de su política, dejó plenamente abierta dicha opción. En la minuta correspondiente a la reunión de política monetaria del 4-5 de noviembre, los miembros de la FED coincidieron en que aún no era necesario aumentar el volumen de compra de activos. De hecho, de dicho documento se desprende que los participantes vieron el actual ritmo y composición como adecuado considerando el objetivo de alcanzar condiciones financieras acomodaticias. Sin embargo, notaron también que la FED podría proporcionar más estímulos de ser necesario, mediante modificaciones en su programa en términos de monto, instrumentos o plazo. En relación con la evolución de la economía, la FED señaló que la ausencia de un acuerdo político para aprobar un nuevo plan de estímulos afectaría negativamente a los hogares más vulnerables. Sin embargo, advirtió que el impacto sobre el consumo total podría ser más acotado por el elevado ahorro de las familias de ingresos medios o altos. En todo caso, los miembros de la FED coincidieron nuevamente en que la trayectoria de la economía dependerá del curso del virus.
Janet Yellen se haría cargo de las finanzas públicas durante la administración de Joe Biden. El presidente electo Joe Biden señaló que nombraría a la expresidenta de la FED, Janet Yellen, como secretaria del Tesoro, nominación que fue bien recibida por el mercado. Ello, a la espera de que mejore la coordinación con la FED y entregue más certeza respecto a la política cambiaria del gobierno. De confirmarse su nominación, Yellen deberá decidir cómo proceder con varios mecanismos de préstamos de emergencia de la FED respaldados por el Tesoro, luego de que el actual secretario anunció que las cerraría a fines de año. Adicionalmente, otra tarea de corto plazo será persuadir al Congreso para que implemente un nuevo paquete de estímulo fiscal.
ZONA EURO
Los indicadores líderes vuelven a deteriorarse confirmando que la economía se encuentra al borde de una nueva contracción. El PMI Compuesto, principal indicador líder de la actividad regional, sufrió una nueva caída en su registro preliminar correspondiente al mes de noviembre, llegando a los 45,1pts, su nivel más bajo desde mayo último y por debajo del umbral de las 50 unidades. Ello fue consecuencia de importantes deterioros en los componentes de producción y nuevas órdenes, mientras que a nivel sectorial se apreciaron caídas en las dos agrupaciones que incorpora el índice agregado. En todo caso, notamos el marcado deterioro del PMI del Sector Servicios, el cual, luego de caer por tres meses consecutivos, aceleró su contracción en noviembre, fuertemente afectado por las medidas de control sanitario. Por su parte, el PMI Manufacturero perdió más de 1pt, llegando en el penúltimo mes del año a los 53,6pts, situándose aún en un nivel expansivo. Sin embargo, destacamos el hecho que el componente de nuevas órdenes alcanzó su nivel más bajo en 5 meses.
Consistente con lo anterior, el indicador de confianza empresarial en Alemania elaborado por el instituto IFO se deterioró en noviembre por segundo mes consecutivo, llegando a los 90,7pts. El reporte reveló que las compañías se encuentran más pesimistas respecto a las condiciones de sus negocios como consecuencia de la implementación de nuevas medidas restrictivas para contener la propagación del virus. A nivel sectorial, se aprecia un deterioro en las firmas proveedoras de servicios, retail y la actividad de la construcción. En contraste, se observa una leve mejoría en el sector manufacturero.
Sumando más evidencia del deterioro en la confianza, el índice de sentimiento elaborado por la Comisión Europea cayó con fuerza en noviembre, la primera caída en siete meses. Las cifras revelaron que las firmas del sector retail, los proveedores de servicios y los consumidores se encuentran particularmente pesimistas, mientas que el indicador de expectativas de empleo cayó por segundo mes consecutivo.
El Banco Central Europeo (BCE) va encaminado a recalibrar sus instrumentos monetarios. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, señaló que el principal objetivo del banco será mantener el flujo de crédito hacia la economía durante la crisis sanitaria, acotando que la institución está actualmente considerando múltiples opciones para incrementar el estímulo monetario en diciembre. Entre ellas, el elemento central será la revisión del programa de compra de activos. Por su parte, el economista jefe del BCE, Philip Lane, indicó se recalibrarán los instrumentos para responder a la situación actual y garantizar que las condiciones de financiamiento sigan siendo favorables para respaldar la recuperación económica. Ello, luego de indicar que se ven incipientes señales de mayores tensiones en las condiciones financieras, especialmente en el acceso al financiamiento para pequeñas y medianas empresa.
En otro ámbito, el BCE señaló en su informe de estabilidad financiera que probablemente los bancos necesitarán incrementar aún más sus provisiones para absorber las pérdidas de créditos malos, a medida que las medidas de apoyo se van disipando y la economía se enfrenta a un aumento masivo de deuda. Según estimaciones del BCE, las provisiones realizadas por los bancos son más bajas que en crisis anteriores e inferiores a lo observado en EE.UU. Ello, en parte, se debe al hecho que las medidas fiscales y monetarias han reducido el riesgo de incumplimiento y a la débil rentabilidad de los bancos. El potencial peligro proviene del hecho que el retiro de las medidas de emergencia podría llevar a que algunas empresas a no puedan cumplir con sus obligaciones, generando una tensión adicional sobre las instituciones financieras. Adicionalmente, el BCE identificó como riesgos la alta valoración de algunos activos y un posible Brexit sin acuerdo.
Sin perjuicio de lo anterior, se suman más voces entre los gobernadores del BCE sugiriendo que la prohibición realizada a los bancos para el pago de dividendos durante el 2020 se flexibilice, lo que podría tener implicancias en la confianza de los inversionistas en el sector. Ello podría sumarse al debate en la próxima reunión de política monetaria
Alemania podría imponer mayores restricciones para contener la propagación del virus. La Canciller Angela Merkel está proponiendo acentuar las restricciones en el país con el fin de contener la propagación del virus. Trascendió que Merkel plantearía a los gobiernos regionales cierres parciales al menos hasta el 20 de diciembre, sugiriendo restringir aún más el número de clientes permitidos en las tiendas y tomar medidas adicionales en las escuelas situadas en puntos críticos de infección. Además, propone reevaluar las medidas antes de fin de año y reconoció que es probable que un cierre parcial siga siendo necesario hasta el próximo año.
INGLATERRA
La economía de UK sufriría un gran impacto si la crisis sanitaria se acentúa y no se logra un acuerdo de salida con la UE. La Oficina de Responsabilidad Fiscal (OBR) presentó sus proyecciones económicas, las cuales son la base para la revisión de la trayectoria de las cuentas fiscales. El organismo señaló en su informe que las perspectivas económicas siguen siendo muy inciertas y dependen de la trayectoria futura del virus, la magnitud de las restricciones, el momento y la eficacia de las vacunas, así como la reacción de los hogares y las empresas a todos estos eventos. En su escenario central, la OBR considera que las medidas restrictivas se mantienen hasta primavera (boreal) y que el proceso de vacunación se implementa gradualmente. Con ello, los niveles de actividad previos al inicio de la crisis se alcanzarían a fines de 2022. Ello, es consistente con una caída de la actividad de 11,3% el 2020 y crecimientos de 5,5% el 2021, 6,6% el 2022, 2,3% el 2023 y 1,7% el 2024.
En tanto, la OBR presentó sus estimaciones bajo un escenario de mayor estrés, asumiendo una tercera ola de contagio que se inicia en invierno, una extensión de las medidas restrictivas de control sanitario y que las vacunas resultan ineficaces. Frente a ello, estima que la actividad solo recupera su nivel anterior al virus a fines de 2024 y la recuperación se extendería hasta el 2025 de no alcanzarse un acuerdo en torno al Brexit. Ello implicaría que el crecimiento sería un 2,0% inferior al escenario base al inicio de 2021 y un 1,5% a fines del período de proyección.
En el escenario central, el impacto combinado del virus y la respuesta de la política fiscal llevará al déficit fiscal este año a £ 394 billones, equivalente a un 19% del PIB, su nivel más alto desde 1944-45, mientras la deuda llegará a 105% del PIB, su nivel más alto desde 1959-60. Hacia delante, prevé menores necesidades de financiamiento, estimando que éstas bordeen el 4,0% en el 2025-2026.