La inflación se moderó en septiembre más de lo esperado. Frente a ello, revisamos ligeramente a la baja nuestras proyecciones.
En septiembre, la variación mensual del IPC llegó a un 0,1%, cifra inferior a nuestra estimación y a la del mercado, ambas centradas en un 0,3%. Entre los principales factores que contribuyeron a dicho resultado estuvieron vestuario y calzado, con un aumento del 3,3%, y equipamiento y mantención del hogar, con un incremento del 0,9%. En contraste, las principales incidencias bajistas provinieron de alimentos (-0,5%) y energía (-1,4%), confirmando así la moderación de los componentes más volátiles del IPC. Dado ello, el IPC que excluye alimentos y energía aumentó un 0,5%, mientras que el IPC sin volátiles se incrementó en un 0,3%. Estas cifras son algo mayores a los datos de agosto y sugieren que, si bien los riesgos inflacionarios se han moderado, siguen siendo altos. Hacia delante, considerando el dato de septiembre, hemos revisado ligeramente a la baja nuestra proyección de inflación para fines de 2024, desde 4,5% a un 4,3%, mientras que para fines de 2025 estimamos ahora una inflación de 3,5%. En tanto, en lo inmediato, esperamos inflaciones mensuales de 0,55% en octubre y de 0,20% en noviembre.
Inflación Anual

El mercado dejó virtualmente inalteradas sus estimaciones de crecimiento e inflación.
De acuerdo con la última encuesta de expectativas elaborada por el Banco Central (BC), el mercado mantuvo su previsión de crecimiento para el 2024 en un 2,4%, mientras que revisó a la baja en una décima su proyección para el 2025, hasta un 2,1%. Dichas cifras se comparan con nuestras proyecciones de 2,2% y 2,0% para el 2024 y 2025, respectivamente. En tanto, dejó sin cambios sus proyecciones para la inflación anual a fines de cada año, en un 4,5% y 3,5%, respectivamente. En este contexto, los encuestados esperan que el BC reduzca la TPM en 25pb en la reunión de octubre y que decrete una baja de similar magnitud en diciembre. Posteriormente, se estima que la TPM se situará en 4,75% en un plazo de cinco meses y convergerá a un 4,0% en 35 meses.
La propuesta del nuevo sistema de financiamiento de educación superior tiene el potencial de provocar un daño financiero significativo a las instituciones universitarias, incrementando además el riesgo de un mayor control estatal.
El gobierno presentó en la semana el proyecto de Reorganización y Condonación de Deudas Educativas y nuevo Financiamiento para la Educación Superior (FES). Dicha propuesta busca eliminar el Crédito con Aval del Estado (CAE), sistema actualmente vigente como opción para el financiamiento de la educación superior.