GLOBAL

Las perspectivas de crecimiento global han continuado mejorando.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó al inicio de la semana su informe de proyecciones económicas, dando cuenta de una visión más optimista respecto al reciente desempeño de la actividad y de sus perspectivas. En concreto, la OCDE revisó al alza su proyección de crecimiento para el PIB mundial correspondiente al 2021, desde un 5,6% a un 5,8%, mientras que para el 2022 estima un crecimiento de 4,4%. Ello, en un contexto en que, en las economías avanzadas, el progreso en la campaña de vacunación está permitiendo una gradual apertura de las actividades. Al mismo tiempo, las medidas adicionales de estímulo fiscal están ayudando a impulsar la demanda, reducir la capacidad disponible y disminuir los riesgos de posibles daños de largo plazo. Para el 2022, la OCDE señaló que parece razonable que se modere el apoyo fiscal, aunque ello será compensado por la mayor confianza y menores restricciones que deberían alentar al consumo. Sin embargo, y dejando en evidencia la desigual recuperación, en muchas economías emergentes el lento despliegue de la vacunación, los nuevos brotes de infección y las medidas de contención continuarán frenando el crecimiento durante algún tiempo.

Gráfico N° 2: Crecimiento Mundial – OCDE

En materia de precios, la OCDE reconoció la reciente aceleración de la inflación, reflejo del repunte en los precios del petróleo y otras materias primas, el incremento en los costos de transporte de carga, la normalización de los precios en los sectores más afectados a medida que se alivian las restricciones y factores puntuales como cambios tributarios. Sin embargo, la OCDE espera una moderación en el corto plazo. En tanto, también notó un aumento en las presiones de costos, aunque destacó que la considerable capacidad disponible en todo el mundo debería evitar un repunte significativo y sostenido de dichas presiones.

Sin perjuicio del escenario benigno descrito por la OCDE, éste enfrenta una serie de riesgos alcistas y bajistas. En particular, el organismo señaló que persiste una alta incertidumbre sobre la evolución del virus, advirtiendo que hay una posibilidad de una variante más contagiosa, letal y resistente a las vacunas. Ello requeriría la reimposición de estrictas medidas restrictivas, con los costos económicos asociados, menor confianza y caída en el gasto. En contraste, una aceleración en el proceso de vacunación permitiría una rápida apertura de la economía y fortalecería la recuperación. Por su parte, la gran acumulación de ahorro es un riesgo al alza, especialmente en las economías avanzadas. Según la OCDE, el gasto de solo una fracción del ahorro excedente aumentaría significativamente el crecimiento del PIB. La materialización de este riesgo positivo podría traducirse en una mayor presión inflacionaria y, a su vez, poner a las economías emergentes bajo presión financiera, en un contexto en que el mayor endeudamiento de algunas economías ha hecho que estas economías sean más vulnerables a shocks financieros externos.

La OCDE se mostró optimista respecto a un posible acuerdo para gravar a las corporaciones transnacionales.

El jefe de la OCDE manifestó su moderado optimismo sobre la posibilidad de que se logre un acuerdo internacional para gravar a las multinacionales, notando que la propuesta del presidente Joe Biden marcó un “punto de inflexión”. En relación con ello, Biden propuso una tasa global de impuestos corporativos de al menos 15%. Trascendió que más de 140 países participan en las negociaciones para establecer dicho mínimo, en la búsqueda de evitar que las compañías grandes sigan transfiriendo sus ganancias a jurisdicciones de bajos impuestos, Adicionalmente, las conversaciones buscan gravar a las transnacionales que generan ingresos en países donde no tienen presencia física. La OCDE señaló que el paquete final podría estar listo para octubre próximo cuando se lleve a cabo otra reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20.

El G-7 propone avanzar en reglas más estrictas respecto a la política de subsidios.

Los ministros de comercio de las siete economías más avanzadas buscan reforzar las reglas internacionales para enfrentar las distorsiones al comercio provocadas por las prácticas asociadas a subsidios industriales y las acciones de las empresas estatales, incluyendo créditos a tasas bajas otorgados por bancos estatales. Los países del G-7 señalaron que continuarán los esfuerzos para abordar las prácticas desleales que obligan a las empresas a transferir tecnología al estado o a la competencia, acotando que quieren continuar las negociaciones como parte de un esfuerzo conjunto para limitar los excesivos subsidios de China a sus empresas privadas.