CHINA: Las autoridades fijan la demanda interna como eje del crecimiento en el 2026 y sugieren un estímulo moderado.

El Politburó chino estableció que la demanda interna será la prioridad central el próximo año, manteniendo una postura fiscal proactiva y una política monetaria moderadamente expansiva, pero con un enfoque de estímulo gradual. El mensaje apunta a sostener el crecimiento mediante apoyo al consumo y a sectores estratégicos, sin recurrir a grandes paquetes dada la preocupación por la sostenibilidad fiscal y los riesgos asociados a deuda y al sector inmobiliario. Los comentarios del organismo se dan en un contexto en que la economía china ingresa al 2026 con un impulso moderado y múltiples señales de fragilidades estructurales: el consumo se debilitó desde mediados de año, la inversión se contrajo con fuerza, mientras persiste la crisis del sector inmobiliario. Ello, sumado a los comentarios del Politburó, sugiere que el próximo año se implementarán medidas de estímulo moderadas, incluyendo probablemente un recorte en la tasa de requerimiento de reservas y baja en las tasas de interés de referencia.

Aunque el Politburó no divulgó cifras concretas de objetivos económicos —como crecimiento, déficit o empleo— hasta que se reúnan las autoridades nacionales en marzo, se espera que China mantenga un objetivo de crecimiento del PIB alrededor de 5% para 2026, similar al fijado para 2025, y un déficit fiscal elevado de cerca de 4% del PIB o más, desplegando más emisión de deuda especial y recursos para estimular el consumo y la inversión.