En el tercer trimestre el PIB se contrajo un 9,1%. De acuerdo con el reporte de cuentas nacionales correspondiente al 3T20, el PIB registró en el período una contracción anual de 9,1%, caída inferior a la observada en el trimestre inmediatamente anterior. Este resultado siguió afectado por el impacto de la crisis sanitaria y su efecto en la movilidad de las personas y en la disrupción del aparato productivo. A nivel sectorial, las agrupaciones más afectadas fueron los servicios personales, la actividad de la construcción, transporte, restaurantes y hoteles y servicios empresariales. Por su parte, desde la perspectiva del gasto, el consumo privado se contrajo un 8,8% en el 3T20, resultado que fue consecuencia del menor gasto en servicios y, en menor medida, del consumo en bienes no durables. Las caídas anteriores no pudieron ser compensadas por la recuperación en el consumo de bienes durables, sustentada en las medidas de apoyo y el retiro de una porción de los fondos previsionales. Este componente del consumo estuvo impulsado, a su vez, por el mayor gasto en bienes tecnológicos, especialmente computadores y celulares. Por otra parte, la inversión en capital fijo experimentó una caída de 18,5% a/a, notando la incidencia del componente de construcción y otras obras. Ello, reflejo de una caída en edificación (habitacional y no habitacional) y de una menor inversión en obras de ingeniería relacionadas con el sector minero. En tanto, la contracción en el componente de maquinaria y equipos fue más acotada y dio cuenta de menores internaciones de vehículos de carga y maquinaria de uso industrial.

Respecto del consumo de gobierno, este se contrajo un 3,7%, en parte por la menor prestación de servicios de educación. Por su parte, las exportaciones cayeron un 7,2%, impactadas por el componente de servicios (turismo y transporte), mientras que las importaciones retrocedieron un 15,0%, reflejando la caída en la demanda interna. Finalmente, se apreció una desacumulación de inventarios, resultado de la combinación del shock positivo en el consumo de bienes durables y las disrupciones provocadas por la crisis sanitaria. Incorporando esta información y considerando el impacto del segundo retiro de fondos previsionales, estimamos que la economía se contraerá un 5,9% el 2020 y se expandirá un 5,1% el 2021.

Nuevas señales de recuperación del mercado laboral en octubre. De acuerdo con el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, la tasa de ocupación en el país llegó a un 46,8%, lo que implicó un alza de 1,8pp. Ello significó la creación de 284 mil puestos de trabajos.

Fuerte repunte de las ventas de viviendas durante el 3T20. Según las cifras de la plataforma Toctoc, durante el tercer trimestre las ventas de viviendas nuevas aumentaron un 75,4% respecto al trimestre anterior. Ello da cuenta del inicio en el proceso de apertura de la economía y bajas tasas de interés de créditos hipotecarios.

El proyecto de retiro de fondos de pensiones del gobierno no tiene viabilidad política. El Ejecutivo optó por presentar su propio proyecto de retiro de fondos previsionales, que establece que los sueldos más altos no podrán optar, acota el monto máximo a UF100, que quienes tengan ahorro voluntario deberán sacar esos fondos primero, establece obligatoriedad de reintegro, amplía el plazo de pago y que dichos fondos tributen según ingresos de cada afiliado. El proyecto del Ejecutivo tiene mayores restricciones que el presentado por parlamentarios de oposición. Estimamos que la probabilidad de que dicho proyecto sea aprobado es casi nula.

El fortalecimiento del peso fue menor al sugerido por sus fundamentales. La paridad local cerró la semana levemente por debajo de los $761, cerca de $6 menos que el cierre de la semana anterior. Sin embargo, la magnitud de la caída fue inferior a la sugerida por el desempeño de sus fundamentales. De hecho, al cierre del presente informe, el valor efectivo del tipo de cambio se situó cerca de $25 por encima de nuestra estimación de valor de equilibrio. Ello refuerza nuestra visión respecto a que las presiones subyacentes de corto plazo siguen siendo bajistas y provienen de las mejores condiciones en los mercados financieros internacionales, la alta probabilidad de que se apruebe el segundo retiro, la liquidación de dólares por parte de hacienda, el elevado precio del cobre y el debilitamiento del dólar a escala global.