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El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la inflación se mantendrá elevada hasta mediados del próximo año.

El FMI señaló que la recuperación de la economía ha gatillado una rápida aceleración de la inflación durante el 2021, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes, impulsada por la sostenida demanda, la escasez de suministros y un acelerado aumento en los precios de las materias primas. El organismo prevé que la alta inflación probablemente continúe en los próximos meses antes de retornar a los niveles previos a la pandemia hacia mediados de 2022. Sin embargo, reconoce que los riesgos de una aceleración adicional persisten, mientras se acentúan los temores de que sea un fenómeno más duradero de lo previsto. El FMI identificó los factores que podrían contribuir a un repunte sostenido, destacando el alza en los precios de la vivienda, una prolongada escasez de suministros, presiones sobre los precios de los alimentos y depreciaciones de las monedas en el mundo emergente.

En concreto, el FMI prevé que la inflación en las economías avanzadas cierre este año en torno a un 3,6%, para luego desacelerarse sostenidamente para llegar a un 2,0% a mediados de 2022. Por su parte, espera que la inflación en las economías emergentes llegue a un 6,8% a fines de este año, para luego moderarse hacia un 4,0% a mitad de 2022.

La crisis energética se acentúa y eclipsa las perspectivas de recuperación de la economía mundial y agrava los temores inflacionarios.

Los precios de la energía han continuado aumentando de forma significativa en las principales regiones del mundo, dando cuenta de la acentuación de la crisis energética. En todo caso, cabe notar que las causas son distintas. En EE.UU. el precio de la gasolina alcanzó su nivel más alto en siete años, siendo ello consecuencia de disrupciones en refinerías locales y el aumento en el precio internacional del petróleo. El alza en el precio del petróleo se acentuó esta semana luego de que la OPEP decidiera mantener su nivel de producción, rechazando los llamados para incrementar su producción y hacer frente a la crisis energética. Por su parte, el precio del gas natural presenta grandes distorsiones a nivel regional, reflejando la ausencia de inversiones en infraestructura adecuada, en parte, afectada por la normativa medioambiental vigente y temores de que futuras decisiones de política puedan dejar sus activos sin valor.

En China, los precios del carbón y gas natural han continuado avanzando, mientras que las autoridades siguen restringiendo el suministro de energía. Ello ha sido el resultado de la prohibición de China de importar carbón desde Australia y los mayores controles medioambientales sobre la minería local, los cuales han limitado la producción local de carbón.  

En Europa y UK, la situación energética también es crítica. El precio del gas en contratos europeos para entrega en noviembre aumentó un 23%, llegando a €117,5 el MWh, lo que se compara con los €18 de seis meses atrás, mientras que en UK los precios se triplicaron en los últimos dos meses. Dicha alza implica que los niveles de precios alcanzados por el gas en Europa y UK se cotizan a más de US$200 el barril de petróleo equivalente. Frente a ello, España, Italia, Francia y Grecia acordaron implementar políticas de subvenciones para proteger a los hogares de los costos más altos, en un período de mayor demanda por calefacción. En tanto, la directora de la Comisión Europea dijo que se exploran inversiones en instalaciones comunes de almacenamiento de gas. En todo caso, al menos en Europa, la principal causa proviene del hecho que Rusia no ha incrementado sus flujos de envío en respuesta a inventarios agotados y una mayor demanda. Respecto a ello, a mediados de la semana el presidente ruso Vladimir Putin indicó que su país estaba preparado para intervenir y estabilizar los crecientes precios de la energía.

Por otra parte, las restricciones en el suministro de energía en India dan cuenta de la negativa de las autoridades a pagar los precios del mercado internacional por las importaciones de carbón, así como la limitada capacidad de producción doméstica. Finalmente, en Brasil, los problemas pueden atribuirse a los bajos niveles de agua en las principales centrales hidroeléctricas.

El sector tecnológico en alerta por las restricciones energéticas en China. 

Las firmas manufactureras a nivel global han advertido que las interrupciones del suministro de energía en China podrían crear estragos en la cadena de suministros a nivel global, especialmente para el sector tecnológico. Ello, en un momento en que la industria se prepara para la temporada alta de producción. Varias firmas señalaron que tuvieron que paralizar o reducir sus operaciones en la provincia China de Jiangsu, centro tecnológico industrial, luego que las autoridades locales restringieron el suministro de electricidad para el uso industrial. Dicha decisión vino después de la advertencia del gobierno central de imponer castigos más estrictos a las provincias que no cumplan con su objetivo de recorte de consumo de energía y de reducción de emisiones de carbono.