GLOBAL

La disrupción de las cadenas logísticas continúa empeorando.

La nueva ola de la variante Delta y la escasez de barcos y contenedores siguen incrementando los costos de transporte marítimo y los tiempos de despacho de insumos productivos y bienes finales. Las estimaciones recientes indican que esta situación persistirá a lo menos hasta el primer semestre de 2022, generando una persistente presión inflacionaria global.

Cifras recientes relevan que el costo de enviar un contenedor de Asia a Europa es aproximadamente 10 veces más alto que hace 15 meses, mientras que el costo del envío desde Shanghai a Los Ángeles se ha multiplicado por más de seis. En tanto, el número de buques a la espera de atracar ha continuado aumentando, dando cuenta de una intensificación de las disrupciones en las cadenas logísticas. Ello derivó en nuevas alzas en los tiempos medios de viajes marítimos de carga y en los plazos de entrega de suministros. 

Por otra parte, las dificultades en contener la propagación del virus en el sudeste asiático, especialmente en algunos países exportadores importantes, como Indonesia y Taiwán, está obstaculizando la operación de muchas fábricas. Frente a ello, es difícil esperar que los cuellos de botella en la cadena de suministro se resuelvan pronto. De hecho, las disrupciones incluso podrían agravarse en el corto plazo dado el aumento estacional de la demanda.